El esperpento en la poesía de Valle-Inclán

per Pau Navarro darrera modificació 2020-03-25T15:09:45+01:00

El esperpento es una estética antirrealista y deformante creada por Valle-Inclán, en la que destacan sus obras de teatro Luces de bohemia, la trilogía Martes de Carnaval  y el Retablo de la avaricia, la lujuria y la muerte. Pero también podemos encontrar la estética del esperpento en varias obras poéticas del autor: Aromas de Leyenda, El pasajero La pipa de kif.

De su obra La pipa de kif (1919) he elegido un poema titulado "Fin de Carnaval" que describe de forma grotesca el ritual del entierro de la sardina, el día del "Miércoles de ceniza", que indica el final del carnaval y el principio de la cuaresma en el calendario cristiano. El final del carnaval se puede considerar el tiempo de la parodia, la fiesta y la transgresión, un momento en que predomina lo grotesco y lo burlesco. 

En este poema, como estudia el profesor Francisco Javier Blasco Pascual, las figuras que aparecen están distorsionadas y se tratan como muñecos, la fiesta de carnaval retrata satíricamente todas las clases sociales de la España del momento, toda la representación es absurda y solo parecen salvarse de ella los perros que "en la oscuridad / se lamentan de los yerros / de la Humanidad".

Este es, por lo tanto, un claro ejemplo de esperpento.


FIN DE CARNAVAL


Es Miércoles de Ceniza.
Fin de Carnaval.
Tarde de lluvia inverniza
reza el Funeral.

Con ritmos destartalados
lloran en tropel,
mitrados ensabanados,
mitras de papel.

Lloran latinos babeles,
sombras con capuz.
Lleva al arroyo rieles
la taberna en luz.

Los pingos de Colombina
derraman su olor
de pacholí y sobaquina.
¡Y vaya calor!

Un Pierrot junta en la tasca
su blanco de cinc,
con la pintada tarasca
de blanco y carmín.

Al pie de un farol, sus flores
abre el pañolón
de la chula: Sus colores
alegrías son.

¡Cómo la moza garbea
y mueve el pay-pay!
¡Cómo sus flecos ondea
en el guirigay!

El curdela narigudo
blande un escobón:
—Hollín, chistera, felpudo,
nariz de cartón—.

En el arroyo da el curda
su grito soez,
y otra destrozona absurda
bate un almirez.

Latas, sartenes, calderos,
pasan en ciclón:
La luz se tiende a regueros
sobre el pelotón.

Y bajo el foco de Volta,
da cita el Marqués
a un soldado de la Escolta.
¡Talla de seis pies!

Juntan su hocico los perros
en la oscuridad:
Se lamentan de los yerros
de la Humanidad.

Por la tarde gris y fría
pasa una canción
triste. La melancolía
de un acordeón.

Los faroles de colores
prende el vendaval.
Vierte el confetti sus flores
en el lodazal.

Absurda tarde. Macabra
mueca de dolor.
Se ha puesto el Pata de Cabra
mitra de prior.

Incerteza vespertina,
lluvia y vendaval:
Entierro de la Sardina,
fin de Carnaval.

RAMÓN DEL VALLE-INCLÁN, La pipa de kif