Richard Stallman

per Institut Puig Castellar darrera modificació 2020-04-24T20:19:00+02:00
Copyright y comunidad
Provincia de Buenos Aires, Cámara de Diputados. Argentina, La Plata, 4 de agosto de 2004.

 

Sr. ELÍAS.- Buenas tardes. En primer lugar, quiero agradecer a la Presidencia de la honorable Cámara de Diputados de la Provincia por poner a nuestra disposición este recinto para desarrollar una conferencia tan importante como la que seguramente tendremos. En segundo lugar, celebro la presencia de todos ustedes, lo que habla de la sensibilidad que despiertan estos temas relacionados con lo que podemos denominar las mejores causas. Todos sabemos que vivimos en un mundo complejo, traumático e injusto, donde muchas veces en nombre de la libertad se nos imponen restricciones en favor de los más poderosos y otras veces, en favor de la libertad, también en favor de los más poderosos, se evitan las restricciones. Seguramente todos estamos de acuerdo en que en favor de la justicia, de la equidad y de la viabilidad de nuestras mejores causas hace falta regular la utilización de los recursos naturales en el mundo, a los efectos de promover un desarrollo sustentable. Y cuando planteamos y defendemos esto, estamos tocando intereses que pregonan por la libertad que es, en definitiva, repito, la libertad de los poderosos. En este tema, en el que hoy vamos a contar con conceptos i consideraciones de primer nivel, la situación parece ser la inversa, las regulaciones están en contra del interés general y público, y vuelven a favorecer otra vez la libertad de sectores de poder concentrados. Particularmente, nosotros hemos decidido sumarnos a esta lucha del software libre con cierto dejo de ignorancia en cuanto a las cuestiones técnicas pero con convicción porque entendemos que están en juego valores fundamentales que hacen a la construcción de una mejor sociedad como el de la libertad, la equidad y de los intereses nacionales, que en algunos aspectos tienen que ver con lo económico y la seguridad, y también, decidimos sumarnos con un esfuerzo militante. Celebramos hoy poder contar en esta casa con quien seguramente es el máximo exponente de esta pelea en el mundo, me refiero a Richard Stallman, que como todos ustedes saben más allá de sus dotes técnicos y sus conocimientos y capacidades tiene convicciones, valores e ideas por las cuales trabaja. Como recién el mismo decía, tiene una misión a la cual él se entregó en cuerpo y alma. A continuación, para que haga la presentación formal de Richard Stallman, hará uso de la palabra el señor Martín Olivera, de la Organización Solar.

Sr. OLIVERA.- Buenas tardes. Quiero agradecer a todos la presencia y desde la comunidad de software libre de Argentina es un honor que Richard Stallman se encuentre entre nosotros. Todos sabemos que es el fundador del Proyecto GNU, y es el creador del concepto de software libre, que es un movimiento de más de 20 años de antigüedad. Y lo más importante que creemos hay para destacar el hecho de que este movimiento del software libre ha permitido generar una alternativa viable para otro mundo posible, porque los valores de cooperación, solidaridad y compartir que el grupo libre implica, nos permiten desde el software soñar con la creación de un mundo mejor. A las organizaciones Solar de Argentina e Hipatia Internacional nos  pareció muy interesante invitar a Richard Stallman a la Argentina, y como platense estoy orgulloso de poder compartir el mensaje de Richard que precisamente es un mensaje inspirador para aplicar no sólo en el campo de software, sino para aplicar en una sociedad más libre para todos.

Nada más.

Sr. STALLMAN.- Lo que me concierne tratar el día de hoy no tiene que ver con el software libre sino con una pregunta que han comenzado a hacerme durante los años ’90, cuando comencé a dar más charlas, y es la siguiente: si las ideas del software libre pueden aplicarse a otros campos de la vida. Pero antes de contestar la pregunta, tengo que explicar qué es el software libre porque, quizás, haya gente que no conozca bien de qué se trata. El software libre es aquel que respeta la libertad del usuario: específicamente hay cuatro libertades esenciales que cualquier usuario de una computadora merece tener, éticamente, siempre: la libertad cero es la de usar el programa como quiera; la libertad número uno es la de ayudarse, la libertad de estudiar el código fuente del programa para saber qué hace de verdad el programa y poder cambiarlo como quiera, esa es la libertad de ayudarse a sí mismo; la libertad número dos es la de ayudar al prójimo, que es la libertad de distribuir copias del programa y la libertad número tres, es la de publicar una versión cambiada, entonces, la libertad de ayudar a su comunidad, ayudar a construir la comunidad participando en el desarrollo del software que se usa en ella. Las cuatro libertades son esenciales para tener el control de lo que hace la propia computadora y para vivir una vida ética, con espíritu de buena voluntad. Para tener de verdad el control de la propia computadora se necesita saber qué hace el programa y con un software privativo no se puede saber; el desarrollador dice “hace esto”, pero quizás también hace otras cosas que usted no puede saber, porque el código fuente usualmente es secreto y no hay manera de averiguar que el programa hace determinadas cosas y no otras. Es muy común que los programas privativos hagan otras cosas no deseadas y no destinadas a servir al usuario sino a molestar, controlar, vigilar o restringir al usuario.
Cuando el software es privativo, no libre, cuando no se tienen estas libertades, uno no tiene ningún control sobre la propia computadora, es el desarrollador del programa quien tiene el control y pienso que es muy útil distinguir la libertad del poder, porque la libertad es tener el control de la propia vida mientras que el poder es tener el control de las vidas de otros. Entonces, lo que los poderosos quieren no es la libertad sino el poder y con esta oposición podemos ver fácilmente la justicia, la libertad es justicia, el poder no; tener el control en el campo informático –que es un pequeño campo de la vida entera- es  tener libertad, mientras que el hecho de que otros tengan el control de la computadora de ustedes no es libertad, es poder y la idea del software libre es reemplazar un sistema social de poder por un sistema social de libertad i cooperación voluntaria.
Y funciona bien; no era seguro hace veinte años que un sistema de libre cooperación pudiera funcionar bien en este campo, había quienes d ecían que era imposible, que no se puede desarrollar un software sin un sistema de poder, pero ahora sabemos que sí se puede desarrollar un espectro amplio de software para el trabajo diario con la computadora y lo hemos hecho sin ejercicio de poder, en libertad. Entonces, es interesante preguntar hasta qué punto puede extenderse este sistema social, hasta qué otros campos de la vida. A veces se lo pregunta de manera destructiva diciendo ¿en cuanto al Hardware, también tiene que ser libre?
Pero, ¿qué quiere decir ser libre? Quiere decir que el usuario tendrá la libertad de usarlo, de copiarlo y de cambiarlo. Si ponemos como ejemplo las sillas, en ese caso no hay copiadoras, si somos libres de copiar sillas o no es una cuestión sin sentido siempre que no haya copiadoras de sillas. ¿Y usted es libre para usarla? Sí, si usted posee una silla es libre de usarla, ¿y de cambiarla? Sí, al comprar una silla es libre de cambiarla, incluso, puede cortarla en piezas y quemarla. Entonces, podemos ver que en el caso de los objetos físicos, la libertad es hasta el punto que tiene sentido, si dentro de cien años hay copiadoras de objetos físicos, se planteará el tema de ser o no ser libre para usar esas copiadoras y quizás será un tema político importante pero hoy en día no lo es, es un tema imaginario, porque no podemos copiar fácilmente los objetos físicos. Entonces, la pregunta hasta qué campo pueden extenderse las ideas de software libre no se aplica a los objetos físicos, pero sí a las obras escritas, compuestas, porque ahora cualquier tipo de obra puede copiarse con una computadora y las mismas preguntas se aplican a cualquier obra, pero las respuestas no tienen que ser iguales para todas las obras.

Antes de abordar mis respuestas a las preguntas, quiero mencionar que la razón por la cual frecuentemente hay restricciones en copiar y cambiar las obras, es la Ley de Derecho de Copia. Esta ley impone restricciones. Entonces, este asunto está relacionado con el tema del derecho de copia y este derecho tiene una historia vinculada a la tecnología de copiar.
Había cambios técnicos de maneras de copiar obras y estos cambios formaron la estructura de la historia del derecho de copia.
Por lo tanto, quiero comenzar por explicar cómo hemos llegado al punto donde estamos, porque los principios éticos básicos son profundos y los cambios técnicos no pueden alcanzarlos, no pueden cambiar los principios básicos, pero cuando aplicamos los principios básicos a cualquier decisión, tenemos que considerar las consecuencias de cada opción y que las consecuencias dependan del contexto, incluso del contexto técnico.

Un cambio técnico puede cambiar las consecuencias del mismo acto, de maneraque sea mejor o peor como opción ética y entonces, los cambios técnicos tieneninfluencias en nuestras decisiones éticas por cambiar las consecuencias de las
mismas opciones. La misma ley puede ser buena en un año y cincuenta años después puede ser mala por cambio de contexto que habría modificado las consecuencias del mismo texto de la ley y eso se hizo con la Ley de Derecho de Copia.
La copia comenzó en el mundo antiguo. En aquel entonces para copiar un libro se hacía con papel y pluma y esta tecnología tenía consecuencias, tenía mucho significado; por ejemplo, cualquier persona que sabía leer, podía copiar libros con
casi la misma facilidad que cualquier otra persona. Seguramente, si se pasa todo el día copiando libros se aprende a hacerlo más
rápidamente y mejor, pero no se necesitan muchas páginas para aprender bien.

Otra consecuencia de esta tecnología antigua es que no hay economía de escala, porque hacer diez copias de un libro se tarda diez veces más que hacer una copia. El hecho de hacer diez copias a la vez, no economiza nada. No se necesitaban herramientas muy caras, la pluma y la tinta bastaban. Así, cualquier persona capaz de leer podía copiar fácilmente los libros. Esta tecnología
no impone la copia exactamente.

En el mundo antiguo, entre copiar un libro y escribirlo, había otras opciones útiles y respetadas. Existía el concepto de autor, sabían que una obra de teatro había sido escrita, por ejemplo, por Sófocles. Otras opciones intermedias eran también trabajos útiles. Por ejemplo, se podía comenzar copiando un libro, escribir después un texto nuevo -un comentario- y continuar la copia, etcétera. Era una obra útil y respetada.

También era posible escribir un texto nuevo, después copiar una parte de un libro y escribir más texto nuevo y copiar una parte de otro libro, etcétera. Consistía en escribir un compendio y era también un trabajo respetado. Había obras antiguas -hoy perdidas- de las cuales han sobrevivido grandes partes copiadas en compendios que tuvieron mejor suerte. En el mundo antiguo no existía el concepto del derecho de copia o no lo he podido encontrar. Todo el mundo, poseyendo una copia de un libro, podía transcribirlo libremente, pero la tecnología antigua fue reemplazada por la nueva tecnología de la prensa, hace quinientos años o más.

Esta tecnología nueva facilitaba la copia, pero no tanto, porque costaba mucho tiempo componer los tipos, aunque después se podían hacer muchas copias fácil y rápidamente. Así esta tecnología tenía una economía de escala muy importante. También
necesitaba equipamientos caros y especializados -la prensa, los tipos- y no todos los lectores podían copiar fácilmente, aunque sí lo podían hacer manualmente y muchos continuaron haciéndolo durante algunos siglos, a veces lo hacían los ricos para mostrar su riqueza y otras los pobres, porque no podían comprar copias impresas pero sí tenían tiempo para escribir una, si bien la mayoría de las copias eran impresas.

Con la prensa era más económico producir las copias de cualquier libro en lugares centrales y transportarlas a los lectores que quisieran comprarlas. El sistema del derecho de copia comenzó con la prensa y el ejemplo más viejo que he encontrado es del 1500 en Italia. Era posible darle a un príncipe el monopolio de la impresión de un libro, como de muchas otras cosas. Los
príncipes solían darle el monopolio a sus favoritos como una manera de fomentar la lealtad.

Nuestro sistema de derecho de copia proviene de Inglaterra donde el sistema de origen era monopolizado por el editor, es decir, se establecía un convenio entre los editores. Pero, alrededor del año 1700 cambio el sistema y el monopolio paso a manos del autor, pero no fue para siempre sino para un tiempo determinado. La idea era promover la escritura básica.

Cuando escribieron la Constitución de los Estados Unidos existió la idea de otorgarle a cada autor el monopolio sobre sus obras y esto se rechazó. La Constitución dice que el Congreso tiene el poder de promover el progreso y de proporcionar a los autores un monopolio de término limitado sobre el uso de sus obras. Esto no era para los autores, ni aún menos para los editores, sino que era para el público con el fin de promover el progreso. Esto no era obligatorio sino una opción que tenía el Congreso. Entonces, podemos advertir que se rechazó completamente la idea de que el autor debía merecer un monopolio sino que éste se debe ofrecer para el bien público, con el fin de leer más libros y discutir ideas que sean útiles para la sociedad.

En la época de la prensa, el sistema de derecho de copia estaba basado en un reglamento industrial, porque solamente se debía aplicar a algunas empresas específicas. Esta ley no decía casi nada acerca de lo que el lector debía hacer, pero sí decía con respecto a las empresas especializadas en edición que podían hacer la publicación.

Esta ley, casi sin penalidades, era fácil de aplicar y tenía beneficios para toda la sociedad. Digo que apenas tenía penalidades, porque no restringía a los lectores y fácil de aplicar, porque estaba dirigida sólo a los editores. Cuando un editor vendía sus libros tenía que decir cuáles quería vender, haciendo anuncios de todo tipo. Si alguien vendía libros sin autorización, no era tan difícil encontrarlo y aplicarle la ley. No era necesario vigilar las casas editores de todo el mundo y quizás tenía beneficios para la sociedad entera, porque era un cambio de libertades teóricas que no podían usar los lectores. En cambio, era algo útil; más libros escritos, más libros que leer y más conversación de ideas útiles para el progreso y para las decisiones sociales.

Si uno puede vender algo inútil para usted y, en cambio, recibe algo útil, es obviamente un buen trato para usted y un buen trato para los lectores de la época. Vendían una libertad de copiar y publicar que no podían usar no teniendo imprentas y, en cambio, quizás recibían más progreso.

En el siglo XX, la imprenta era más barata y eficiente, incluso los pobres ya no tenían que escribir copias manuscritas porque, si sabían leer, podían comprar libros impresos. Durante un tiempo se olvidaba la idea de copiar libros en forma manuscrita, pero el sistema de derecho de copia continuaba siendo un sistema de reglamentación industrial. Sólo se aplicaba a las empresas de imprentas y no a los lectores. Así continuó siendo, probablemente, un buen trato para los lectores.

Ahora, la era de la imprenta está cambiando por la era de las redes informáticas y ese cambio tecnológico también cambia el contexto de nuestras decisiones éticas, sociales y políticas. La tecnología digital proporciona más fácilmente copias y cambios de la
información. Es su propósito facilitar el uso de la información, incluso copiarlo, pero no todos quieren que sea más fácil para usted, porque el que solía tener el dominio sobre la copia, quiere mantenerlo.

La tecnología digital hizo también más eficiente la copia, pero al igual que la imprenta, no era de manera uniforme. Por ejemplo, las imprentas facilitaban hacer muchas copias iguales a la vez y nada más. El nuevo cambio tecnológico hizo lo contrario: nos devolvió a una situación parecida a la del mundo antiguo, en el cual todo el mundo podía copiar de manera fácil y eficiente haciendo una copia
o mil copias. Es verdad que hay todavía una economía de escala, pero es mucho menor.

Es más barato producir muchas copias de discos, pero tampoco cuesta tanto producir un solo disco. Es muy posible para millones de usuarios de computadoras en el mundo y suponemos que en diez o veinte años será para todos, para todo el mundo. Entonces, hemos llegado a una situación parecida a la del mundo antiguo, donde cada lector puede fácilmente copiar cualquier obra. No hay más razón para producir copias de manera centralizada y transportarlas a los lectores, a los usuarios. Todo el mundo, cada uno puede copiar y hacer sus propias copias.

En este contexto -y en relación a lo que dije con respecto al derecho de copia-, podemos decir que ha cambiado completamente. Ya no solo tiene que ver con la reglamentación industrial, porque ahora restringe a todo usuario de una computadora, es decir, a cada ciudadano, a todo el mundo. No es sin pena y tampoco fácil de aplicar, porque ahora no es cuestión de aplicarlo únicamente a
los editores, sino también a todo individuo en su casa. Aplicar ahora el derecho de copia exige vigilar a todo el mundo. Se
puede ver hasta qué punto es difícil de aplicar, por el tamaño de los castigos que se imponen a los individuos, incluso, a los que no son editores de software, pero que hacen a veces copias no autorizadas. Esto significa años de prisión para algo que casi todo el mundo suele hacer, y eso no es bueno.

Tampoco tiene beneficios sociales. Tenía estos beneficios porque en la edad de la imprenta el lector vendía libertades teóricas que no podía usar; vendía algo con valor cero para él y eso no es maltrato, pero ahora sí tiene valor para el usuario, para el lector, dado que ahora el usuario puede copiar.

Hoy en día, la libertad de copiar tiene un valor para él, ya no se vende algo sin valor. En tal caso, deberíamos preguntarnos qué hacemos si nuestra actividad produce algo que no tiene utilidad para nosotros y si solíamos venderlo para algo.

Ahora descubrimos cómo usarlo, entonces ¿qué hacemos? Lo que hacemos es no vender todo, guardar más o menos una porción o todo para nosotros, para usarlo, y así actuaríamos si tuviésemos gobiernos democráticos.

Un gobierno democrático en esta situación actual cambiaría la Ley de Derecho de Copia para disminuir la libertad quitada a todo usuario y disminuir el poder entregado al editor o al autor, para que cada ciudadano tenga la libertad de hacer lo que quiera hacer normalmente.

Quizás, todavía habría un sistema de derecho de copia, pero de amplitud disminuida, manteniendo unas libertades para el usuario, que en el pasado se vendía al autor. Pero no es lo que vemos, lo que vemos es lo contrario. Incluso la misma ley que teníamos, que servía bien en la edad de la imprenta, sería mala en nuestra época. Lo que hacen no es diminuir el poder de los editores sino aumentarlo y por eso podemos ver el poder injusto de las empresas.

No soy comunista ni estoy en contra de las empresas, pero las empresas no merecen poder ninguno a nivel de decidir las leyes. (APLAUSOS)
Se aumenta el poder del derecho de copia en todas dimensiones. Por ejemplo, suelen extender la duración del derecho de copia, las empresas de películas quieren un derecho de copia a perpetuidad pero en los Estados Unidos es imposible porque la Constitución dice que sólo puede ser por un tiempo limitado y todavía no tienen demasiado poder para cambiar la Constitución.

Entonces, cada veinte años lo que hacen es extender el término del derecho de copia por veinte años más. Para cada obra publicada hay una fecha en la que tiene que caer en el dominio público, pero no lo esperen porque cuando llega esa fecha extienden el derecho por veinte años más. Su plan es que ninguna obra entre nunca en el dominio público.

Los períodos de derecho de copia no son uniformes en todos los países, hay diferencias entre Europa y los Estados Unidos, dependiendo de cada situación, algunos son iguales y otros no. En los Estados Unidos decían: "tenemos que armonizar con Europa",
hacían así y ahora en los Estados Unidos hay un período más largo para algunos tipos de situaciones; y van a decir en Europa: "tenemos que armonizar con Estados Unidos" y harán así, supongo. Y así, cada vez uno puede decir la misma cosa como excusa.

Los juegos son bastante simples. También está la dimensión de amplitud del poder, qué tipos de uso son restringidos. La idea de derecho de copia nunca fue de restringir todo uso de la obra, pero ahora es lo que quieren los editores, y en los Estados Unidos existe una ley para permitir al editor escribir su propia ley de derecho de copia y aplicarla a los lectores, a los usuarios, porque si se puede implementar cualquier restricción en el sistema técnico tiene fuerza de ley. Por ejemplo, si el editor no permite al usuario que haga una copia, incluso para su uso personal, incluso para citar una pequeña porción en sus obras de comentarios que es legal, si el editor no lo permite, entonces, es ilegal. Así, el editor puede escribir cualquier ley que quiera, puede escribirlo en el código del lector.

Oficialmente los editores no pueden escribir las leyes de los Estados Unidos, pero pueden escribir códigos al lector con fuerza de ley.
Por ejemplo, las máquinas para mirar la película en un disco de DVD tienen restricciones impuestas. No es posible, por ejemplo, evitar las denuncias, son diseñados para no permitir que se haga. Tampoco es posible hacer copias, pero de verdad es posible, no es tan difícil. Y esto basta por haber prohibido el software libre para copiar la película en un disco de DVD.

Este programa está censurado en los Estados Unidos. Hay versiones de programas que se escriben en la camiseta. Son maneras de manifestaciones en contra de esta ley, llevar el programa prohibido en una camiseta, porque se puede escribir en cinco líneas; es un gran trabajo escribirlos en tan pocas líneas.

Debe ser difícil pero lo hacían. Cuando hay un problema en los Estados Unidos, el gobierno no intenta corregir el problema sino de imponerlo al resto del mundo. Y lo está intentando a través del ALCA, o lo estaba intentando porque Lula logró el rechazo de esta
porción del ALCA. Ahora es opcional.

Siempre que los gobiernos de Latinoamérica rechacen este artículo del tratado pueden continuar sin tales leyes, porque es una ley para entregar mucho más poder, poder sin precedentes a los editores. Así vemos lo que hacen muchos gobiernos ¿pero qué es lo que se debe hacer? Si un gobierno democrático quiere ajustar el sistema de derecho de copia a la situación actual, tiene que disminuir el tamaño del poder del derecho de copia, quizás no eliminarlo. Quizás un sistema de derecho de copia disminuido será bien visto en nuestra época, pero no como era antes. Por ejemplo, deberá reducirse el término de duración del derecho de copia.

Se puede ver que en muchos países existen leyes para mantener durante más tiempo los libros en disponibilidad, pero como no hay un sistema artificial, el período de disponibilidad de un libro es muy corto en estos momentos.

En los Estados Unidos dentro de dos años el libro se encontrará con descuento y dentro de tres años ya no estará disponible.

¿Cómo se puede hablar de 50 ó de 100 años de derecho de copia si el ciclo del producto es más corto, lo mismo que el derecho de copia?

Propongo, como primer paso, disminuir el plazo de derecho de copia a 10 años con un ciclo de publicación de 3 años. Si los resultados son completamente buenos y no se ven problemas, se podrá considerar un período más corto.

Una vez, en una mesa redonda con autores, propuse esta idea de 10 años después de la publicación, porque no es un problema que haya años de derecho de copia antes de la publicación, porque no hace daño, no hace mal a los lectores que exista un derecho de copia para una obra que no tiene editor.

De esta manera el autor puede esperar para conseguir el editor, pero después de la edición tendrá 10 años de derecho de copia. Propuse este cambio y el autor premiado sentado a mi lado dijo: “10 años no, pues si ya no podemos soportar 5 años”. Esto me sorprendió y quizás les sorprenda también a ustedes.

Suponía que los autores, sobre todo los premiados, se verían beneficiados con más poder de derecho de copia, pero no es así.
Es algo bastante común ver que los autores también tienen problemas con el sistema tal como es, porque los editores disfrutan usualmente de ese poder. En el contrato que el autor firma con el editor, figura un artículo que dice que cuando el libro ya no estuviera disponible, los derechos de devuelven al autor.

El autor quiere usar este artículo, pero el editor no coopera. Al mismo tiempo que reclaman más poder de derecho de copia en nombre de los autores, tratan a los autores como mierda. El negocio usualmente no lo hace el autor o el artista sino el editor, que
es una empresa más grande. Hay muchos autores que quieren publicar sus obras y cada autor necesita un editor más de lo que el editor necesita cualquier autor ordinario, por eso son injustos los contratos en favor del editor.

Podemos comenzar por acortar el período de derecho de autor hasta 10 años, y tal vez a uno más corto. Para el software he propuesto un término de 3 años para el derecho de copia, pero para tener este derecho de copia el desarrollador tendrá que comunicar el código fuente entero al Registro de Derecho de Autor, quien 3 años después publicará el código fuente en el dominio público. Es una idea, un sistema de compromiso para tener, si pensamos que se necesita incentivo artificial para el desarrollo del software; por eso es un sistema para hacerlo de manera que sea disponible en el dominio público como software libre en 3 años más, y el desarrollador dentro de los 3 años publicará una versión mejorada, y tendrá a su vez, 3 años más.

De esta forma, siempre habrá una versión actualizada bajo derecho de copia y versiones no tan antiguas en el dominio público, y cada versión llegará al dominio público. Por ahora creo que no lo necesitamos, porque desarrollamos bastante software libre y por lo tanto no necesitamos ningún sistema de derecho de copia ni de restricciones privativas para el software; tal vez más adelante sí lo
necesitemos.

Con respecto a la dimensión de amplitud de a qué usos se aplica el derecho de copia, lo que tenemos que hacer es disminuir la amplitud, pero no uniformemente para todas las obras, porque podemos distinguir campos de obras para tratos distintos. Podemos ajustar la amplitud de derecho de copia según el campo, como podemos pagar precios distintos para objetos distintos, porque no
podemos pagar el mismo precio para todos los objetos que compramos. Por ejemplo, 1.000 dólares es un buen precio para un auto nuevo, pero no lo es para una caja de leche.

Si tenemos que pagar el mismo precio para todos los objetos la economía no podría subsistir, porque la sociedad no puede funcionar así. Pero los editores nos quieren convencer de que los derechos de copia tienen que ser uniformes en todos los campos, y es obvio que no lo es. Por ejemplo, la música se trata muy distinto. Pero no es un problema; los jueces suelen hacer distinciones y las leyes también. No es imposible mantener distinciones en la ley.

Sin embargo, quieren hacernos pensar que, como primer paso, debe ser uniforme y, como segundo paso, nos quieren mostrar un campo pequeño en el cual se necesita poder de derecho de copia para que se reproduzcan las obras útiles. Si aceptamos esta conclusión, después, por suposición de uniformidad, tenemos que aceptar el poder de derecho de copia en todos los campos. Es tonto decidir algo tan importante según un pequeño campo, pero los editores quieren hacerlo, porque eso va en su favor.

Pienso que podemos tener distintos niveles de amplitud de derecho de copia según el tipo de obra, para que cada campo sea útil para el público.

¿Cómo distinguir los campos, las distintas obras? Se debe hacer según los usos y no según los medios. Cuando sugiero distinguir tipos de obras mucha gente piensa en distinguir música de imágenes o de texto, pero no estoy de acuerdo. Pienso que la distinción útil es entre tipos de usos y creo que hay tres tipos generales de usos de obras: obras de uso práctico, obras que muestran el pensamiento de algunos y las obras de arte y de divertimento. Estas son las distintas maneras en las cuales la sociedad se aprovecha las obras.

Las obras de uso práctico también se llaman obras funcionales y comprenden los programas informáticos, las recetas de cocina, los textos de educación e, incluso, autoeducación; los libros de educación para las escuelas y las obras de referencia, como diccionarios y enciclopedias, todas tienen que ser libres, más o menos como el software. Las mismas cuatro libertades tienen que aplicarse a cualquier obra de uso práctico publicadas.

Mencioné recetas de cocina y eso es un ejemplo importante, porque sí tienen estas libertades los que se dedican a la cocina. Los que cocinan suelen copiar recetas para sus amigos, suelen cambiarlas y suelen –aunque es menos frecuente- escribir la versión cambiada de una receta para compartirla; son libertades de todos los que cocinan. Imaginen el enojo si un día el gobierno dice que desde hoy si se copia o cambia una receta se es pirata y que se lo pondrá en prisión durante años. Las mismas libertades de las recetas se aplican a otras obras de uso práctico, porque si usted usa una obra y no puede cambiarla, es prisionero de la obra que usa; por lo tanto, se debe tener la libertad de cambiarla pero no para tener el control de los programas, de las recetas o de los textos
educativos que se usan. Esto necesitamos hacerlo juntos, cooperando para que el desarrollo sea posible.

Entonces, mi conclusión para las obras de uso práctico es que todas tienen que ser libres, pero habría que preguntarse si siendo libres y sin un sistema artificial de restricciones para dirigir dinero a los autores, ¿tendremos bastantes obras? Hace veinte años no se sabía, ahora sí, ahora podemos ver –gracias al ejemplo del software libre- que sí se puede desarrollar bastante sin restringir a los
usuarios, sin dividirlos y sin mantenerlos en un estado de impotencia. Lo hemos hecho, lo hemos probado con hechos, no sólo teóricamente.

Esto se puede ver en el campo de las enciclopedias, porque la enciclopedia más grande, que es Wikipedia, es libre; hace unos meses tenía 50.000 entradas, pero ahora supongo que tendrá aproximadamente 200.000, porque crece muy rápidamente. Se comenzó a pensar en una enciclopedia libre hace tres o cuatro años y entonces se creía que íbamos a necesitar diez o veinte años para lograrlo, pero todo fue mucho más rápido. Ahora también hay proyectos de currículas libres para las escuelas y se debe hacer; se debe hacer una currícula libre completa para las escuelas no sólo de Argentina sino también de otros países latinoamericanos porque, a lo mejor, puede servirles, pero también puede ser que se quiera cambiar algo y si es libre, cada escuela podrá hacerlo. El trabajo se hace una vez y casi todo sirve para todos, pero las partes que a alguien no le gusten las puede cambiar sin tener que
comenzar de cero.

También está el campo de las obras que muestran el pensamiento de alguien, cuyo uso es muy distinto porque no es para aprender sino para saber qué piensa alguien. Por ejemplo, hay memorias, ensayos de opinión, artículos científicos que dicen “hicimos este experimento y hemos visto este resultado” y otras más. En esta categoría todo el mundo tiene derecho de distribuir copias exactas, pero no cambiarlas, porque se trata del pensamiento de alguien y cambiarlo significaría falsear dicho pensamiento; eso no es útil, no contribuye a la sociedad, no es esencial dar a todo el mundo el derecho de hacerlo, pero si no se da el derecho de cambiar, hay que limitar el derecho de copia exacta a la copia no comercial.

En el caso de las obras que dicen qué piensa alguien no queremos propiciar cambios, entonces, no tenemos que permitir lapublicación comercial sin autorización, Así tendremos un sistema de derecho de copia que se aplica al uso comercial y a versiones cambiadas. Todo el mundo podrá distribuir copias exactas siempre que no sea comercial.

Este sistema de compromiso proporciona bastante libertad a todo el mundo para hacer una nueva reglamentación industrial, para que no tenga el problema que tiene ahora el sistema del derecho de copia, que significa una restricción para todos los usuarios. Será una reglamentación industrial con no mucha pena, bastante fácil de aplicarse y, quizás, con beneficios para el público que, además, proporcionará un flujo de dinero a los autores para que puedan escribir como hoy.

El tercer tipo de obras es el que tiene que ver con las obras de arte o de divertimento. El propósito de una obra de arte no es ni el resultado práctico ni aprender el pensamiento de alguien sino la sensación de ver, de mirar, de escuchar la obra, no digo que se trate de algo menor, digo que es para un uso distinto. El problema siempre está en qué hacer frente a los cambios y esto es difícil. Una obra tiene una integridad y los cambios podrían destruirla o estropearla. Así sólo las copias de las obras pueden estropearse, porque también estarán disponibles al mismo tiempo las obras sin cambios, pero las versiones cambiadas pueden faltar a la integridad.

Por otro lado, están los procesos folcklóricos que transforman las obras y producen obras muy ricas. Si limitamos nuestra atención a las obras de autores conocidos de décadas atrás, consideraremos por ejemplo las obras de Shakespeare, algunas usaban historias copiadas de obras de otros autores.

Si hubiera estado nuestra Ley de Derecho de Copia, estas obras de Shakespeare hubieran sido ilegales, y si Shakespeare se hubiera quejado contra la ley, los detentores de los derechos de copias le hubieran dicho que él sólo quería robarles y que fuera a escribir sus propias obras, suponiendo implícitamente que cualquier obra que se hacía usaba la historia de otra, era de poco valor.

Ahora hay obras que las consideramos entre las mejores de la humanidad y podemos contarlo porque ellas existen, están publicadas.

Si no hubieran sido publicadas por causa de algún derecho de copia, no podríamos juzgar su calidad, sólo podríamos aceptar la suposición de que sean de poco valor, pero lo que sí se puede decir es que nunca es urgente poder cambiar una obra de arte. Si se utiliza una obra de uso práctico y no puede cambiarse, se es prisionero de su software, de su diccionario, de su receta o de cualquier cosa. Es insoportable no poder cambiarlo hoy.

En cuanto al arte es útil, contribuye al progreso del arte poder cambiarlo, pero no es urgente, puede esperar unos años. Entonces, podemos tener un sistema de compromiso, un sistema de derecho de copia de compromiso en el cual la posibilidad de publicar versiones cambiadas de obras de otros, tiene que esperar unos años y pueden tratarse, justamente, como las obras que dicen el
pensamiento de alguien.

Sólo se permite la copia exacta, siempre que no sea comercial y después se podrán publicar versiones cambiadas, para que el arte progrese manipulando el arte del pasado. Esta es mi sugerencia general para los gobiernos democráticos, si es que quedan algunos. Pero hay temas específicos bastante conocidos, por ejemplo, el intercambio de música a través de Internet.
Los editores dicen... ¡oh, no tengo mi computadora!, no puedo citar lo que decía EMI en Alemania a sus clientes, referente a su política de imponer tecnologías de prohibición de copia. porque es muy duro y sus castigos muy crueles...

Pero es bastante claro que la copia de música a través de Internet tiene que ser legal ahora y que este cambio no dañaría a los músicos. Aparte, algunas grandes estrellas ya son ricas, porque los contratos de los editores de discos son injustos, hasta el punto de que cuando se compra un disco los músicos usualmente si no son grandes estrellas no reciben nada, ni un peso, nunca.

Teóricamente el contrato dice que por cada disco una cantidad va a los músicos, pero nunca es así, porque según el contrato los gastos de publicidad y de producción se consideran como un adelanto a los músicos, aunque los músicos nunca lo hayan recibido, y así la cantidad destinada primero a los músicos no va a ellos sino a reembolsar los gastos, es decir, va de una a otra cuenta del editor de discos. Los músicos nunca ven nada de dinero. Lo que reciben a través de sus contratos de discos es la publicidad.

No estoy diciendo que tener un contrato de discos no les da nada a los músicos, porque sí le da publicidad y, por ejemplo, la gente que asiste a sus conciertos. Así ganan dinero y también su música se oye más, pero hay otra manera de dar dinero a los músicos: con el intercambio de música a través de Internet, y es una medida de publicidad más saludable para la música, porque no funciona por
dinero, no es susceptible de ser manipulada por dinero.

Ahora tenemos fábricas de música, es decir, la industria de la música fabrica música usando dinero: reciben dinero, lo presionan y sale así llamándose música.

Pienso que es un sistema que se debe terminar lo más pronto posible y reemplazarse por publicidad de fan a fan, quizás sea el afán de la música, y los músicos ganarán la misma cantidad de dinero que hoy, que es nada. Aparte, darán sus conciertos, donde sí ganan dinero, y pueden vender discos como hoy y ganar dinero como hoy. Cuando venden discos de sus conciertos sí ganan dinero, porque tienen la parte del vendedor pero nunca la parte del músico.

De todos modos, pueden continuar así porque no pierden nada. Además, hay estrellas que están muy establecidas, porque después de cinco o siete discos, el primer contrato se termina y en ese momento -si los músicos tienen mucha fama- pueden negociar un contrato que les sea más favorable, por el que van a recibir más dinero. Muy pocos están en esta situación y la mayoría son ricos y para ellos no es un problemas recibir menos dinero.

Pero si pensamos que el sistema actual no apoya suficientemente a los músicos, hay cosas que se pueden hacer para lograrlo. Por ejemplo, una idea es establecer un tipo de impuesto a los discos vírgenes, a los diversos suministros para copiar música, a la conexión de Internet y distribuir el dinero únicamente a los músicos, a los artistas en proporción no lineal con el fin de aumentar la cantidad de dinero que perciben los músicos de mediana popularidad, y que los músicos muy famosos reciban menos dinero. Si el dinero se distribuye de este modo se puede proporcionar a más músicos la posibilidad de vivir de su música. Esta es una idea.

La otra idea no utiliza los impuestos sino que funciona de manera voluntaria. Es decir, en cada máquina de tocar discos puede haber un botón para enviar dinero a los artistas -en Argentina puede ser un peso- y esto debe ser opcional. Usted puede presionar el botón o no cada vez que toca una canción.

Esto se puede hacer algunas veces en el año y, de ese modo, recibirían más dinero los artistas que en nuestro sistema actual. Se trata de poco dinero, es decir, se paga menos pero tiene más efecto de apoyo para la música.

En lugar de decirle a la gente: no comparta con su vecino, compartir es ser pirata, que es algo que va en contra de la naturaleza humana y nadie lo quiere escuchar, se puede decir: si ama la música envíe un peso a los artistas este mes.

De este modo, no se tienen que hacer amenazas y funcionara mucho mejor.

Muchas gracias (APLAUSOS).

Sr. ELÍAS.- Todos los que quieran participar pueden preguntarle a Richard, hacer sugerencias o criticar.

Antes de abrir el debate, quiero agradecer a la organización Solar y a la fundación Vía Libre que han hecho posible la presencia de Richard Stallman a este recinto, y también quiero destacar la presencia de la organización Gleducar, que nos está acompañando en esta charla.

Voy a dar el puntapié inicial porque Richard me comentó que no había hecho referencia al uso de software libre en los colegios. Así que lo invito a que la haga en este momento.

Sr. STALLMAN.- Hay cuatro razones por las cuales las escuelas deben usar únicamente software libre. La más superficial es para economizar, esto es bastante obvio y no tengo que profundizar demasiado. Otra más profunda es para formar adultos acostumbrados a vivir en libertad y en una comunidad sin dependencia a pagar licencias muy grandes a empresas extranjeras, porque incluso cuando estas empresas regalan copias a las escuelas, no las regalan a sus ex alumnos. (APLAUSOS)
Regalan copias a las escuelas como las empresas tabacaleras solían regalar paquetes de cigarrillos a los niños para hacerlos adictos en su vida adulta.

Las escuelas deben rechazar su participación a hacer adictos a sus alumnos y deben ayudar a la sociedad a evitar esa dependencia con las empresas extranjeras, que implica un flujo muy grande de dinero que sale del país. Pero todavía la razón económica no es profunda. Más profunda es para la educación. A la edad de 14 o 16 años, algunos niños quieren aprender todo de la informática. Si usan un programa quieren saber cómo funciona. Si el programa es privativo, el profesor tiene que contestar que no sabe o que no se puede conocer ese secreto. Nadie en esa escuela puede saber, y la educación se paraliza en ese momento. Pero si el programa es libre, el profesor podrá explicar al alumno que quiere aprender todo lo que él sabe y, lo que no sepa, el alumno lo podrá leer de la información disponible que exista. De esta manera podrán aprender informática y escribir bien los programas.

Siempre digo que para escribir bien el código, el alumno tiene que leer y escribir muchos códigos. Al leer y escribir los códigos, podrá aprender a comprender cómo funcionan los programas. Si lee algo y le resulta muy difícil de comprender, con la práctica sabrá que así no se debe escribir. Esta es la manera de aprender. El software libre proporciona la posibilidad de aprender pero el software privativo, no.

La cuarta razón es aún más profunda y tiene que ver con la educación moral, porque las escuelas deben enseñar no sólo hechos y métodos, sino también una actitud buena hacia los demás, es decir, el espíritu de buena voluntad, el de cooperación social.

Las escuelas deben tener por regla que si se trae un programa a la clase no se debe guardar sino compartirlo con los otros alumnos. Esto implica que no esté permitido traer un programa privativo a la escuela. La escuela tiene que seguir su propia regla, tiene que traer únicamente software libre a la clase. Las escuelas en la provincia de Buenos Aires tienen que seguir esta regla.

Comprendo que este cambio no se hace en un día, en un mes o en un año, necesita tiempo, pero se debe asegurar cada mes el progreso hasta el destino final, que cada mes haya menos uso de software privativo en las escuelas de la provincia de Buenos Aires.

Quizás, se necesitarán dos o tres años para cambiar todo, se necesita tiempo, pero si no se asegura cada mes el progreso, a lo mejor se necesitará un tiempo infinito, que significa no hacer el cambio, no resolver el problema. Si quieren en diez años una sociedad que no tenga que pagar millones de dólares cada año en la Provincia para el permiso del uso del software, tienen que educar ahora a los niños a no depender de este software. Es una decisión política, por lo tanto, los diputados de esta Provincia y el Senado tienen esta decisión en sus manos... (APLAUSOS PROLONGADOS)

Sr. ASISTENTE.- Formula una pregunta en inglés.

Sr. STALLMAN.- No comprendo lo que dice...¿Dice que estudia Derecho?

Sr. ASISTENTE.- Estudio leyes y derechos de autor, soy escritor... Hablo así, con rapidez porque estoy acostumbrado y ahora tengo que hablar lentamente...

Sr. STALLMAN.- Pero no funciona. (RISAS)

Sr. ASISTENTE.- Usted habló de educación y software libre, y en gobiernos anteriores de la provincia de Buenos Aires regalaron computadoras de papel prensado en lugares donde no tenían energía eléctrica...

Sr. STALLMAN.- A veces se hacen tonterías. (RISAS)

Sr. ASISTENTE.- Por otro lado, en el Congreso de la Nación existe Abiword, un procesador de texto que es libre...

Sr. STALLMAN.- Es un paso en la dirección correcta.

Sr. ASISTENTE.- Eso es lo bueno que tiene el gobierno nacional, pero en otros lugares actúa con idiotez.

Usted habla de derecho del autor y de separar en categorías; acá en la Argentina se legisla muy livianamente y no se contempla al autor, a la empresa ni a la industria. En la Argentina, no habría ningún problema en liberar cada tres años código libre, pero no sé si sería rentable liberar código libre contra un código cerrado como es el del señor Bill Gates, de Microsoft; creo que eso destruiría las empresas o los programadores independientes...

Sr. STALLMAN.- No comprendo el escenario, por qué piensa que habrá problemas, es sólo una idea que se puede adaptar.

Sr. ASISTENTE.- Por un lado, liberar código abierto cada tres años ....

Sr. STALLMAN.- No hago código abierto sino software libre, libre para libertad. No quiero que hagamos caso omiso de la libertad. Decir abierto es una manera de no decir libre, de no mencionar la libertad y es una gran falla, porque tenemos que educar a la gente a valorizar más la libertad, a enfocar más la libertad.

Sr. ASISTENTE.- Tener código libre significa que usted no tendría propiedad.

Sr. STALLMAN.- No. Quiere decir que el usuario sea libre. Expliqué al principio cuatro libertades esenciales: usar, estudiar y cambiar, distribuir y publicar versiones cambiadas.

Sr. ASISTENTE.- A eso me refería yo también. Acá en la Argentina, cuando se lanza un producto comercial contra un producto libre o de open source...

Sr. STALLMAN.- No hago open source, no apoyo eso.

Sr. ASISTENTE.- Estoy totalmente de acuerdo, eso es cierto en usted. El free software...

Sr. STALLMAN.- El software libre. Es más claro en castellano porque libre no quiere decir gratuito.

Sr. ASISTENTE.- Exacto. Esa diferencia la tenía, lo que pasa es que la legislación argentina es difícil de interpretar, cuando los legisladores firman....

Sr. STALLMAN.- Es muy fácil hacer legislación en la Argentina. Se puede pedir ayuda y consejos a Vía Libre porque comprenden muy bien el asunto. Pero esta comunicación es tan difícil que no puedo comprender su
argumento. (APLAUSOS)

Sr. ASISTENTE.- Quería saber que le parecía la idea de si no cree que ya es el momento de cambiar la licencia de la GLIB del LGPL a GPL.

Sr. STALLMAN.-
Es casi imposible porque ya existe la versión actual de la librería. Si cambiamos la licencia a una versión posterior, sobreviviría la anterior bajo su licencia actual, es decir, los que quieren usar la librería bajo esa licencia. Esto quiere decir que se continuaría el desarrollo de esta versión y de la versión anterior, y el resultado sería una división de versiones.

Sr. ASISTENTE.- Usted distinguió tres usos en tres clases de productos o de obras. Hay un tipo de trabajo o de obra que me interesaría saber si a ese trabajo es aplicable también la idea de software libre, me refiero especialmente a las noticias, es decir, por Internet, de hecho circulan muchas noticias que tienen su copyright o sus derechos de copia de CNN o de alguna otra empresa, de diarios, de noticias. Mi pregunta es si yo puedo recibir según la idea suya una noticia y en qué condiciones puedo retransmitirla, enviarla o cambiarla.

Sr. STALLMAN.- Pienso que las noticias caben en la segunda categoría de obras que dicen de pensamiento de alguien, del periodista. Se pueden distribuir copias exactas del artículo sin cambios, siempre que no sean comerciales, y me parece
bueno así.

Si encontramos una excepción, un pequeño campo de obras, que según parece sería útil, merecería otro trato distinto. Mi idea no es exigir estas tres categorías y nada más, pero he encontrado tres categorías distintas.

Sr. ASISTENTE.- Yo pensaba especialmente en los casos en los que uno por recursos profesionales de algún tipo, puede determinar, puede saber que las noticias incluyen falsedades y en la medida en que está comprometida o está en juego la libertad...

Sr. STALLMAN.- Es otra cosa, porque si CNN publica una noticia falsa, publicar una versión cambiada no logra corregir el error. Necesita recursos para quejarse a la CNN. Es otro el asunto. También, puede escribir sobre otro artículo corrigiendo el error y esto funcionará tan bien como publicar una versión cambiada. En las leyes de derecho de autor se excluye explícitamente los hechos de las noticias del día.

Sr. ASISTENTE.- Muchas gracias.

Sr. ASISTENTE.- Para la implementación de software libre algunos gobiernos han creado sus propias distribuciones, como el caso de España con Linex. Alemania ha tomado la distribución comercial SuSe. ¿Cuál considera usted que es conveniente como política por parte de un gobierno? ¿Es conveniente tomar una distribución existente o crear una propia?

Sr. STALLMAN.- Depende de detalles. Si la distribución existente sirve y bien ¿por qué hacer más trabajo, si se puede usar la existente?

Hace un año no había distribución completamente libre del sistema GNU con Linux. Se ha desarrollado, primero, el sistema GNU para ser libre, pero los distribuidores pueden incluir paquetes no libres. Por esta razón, era muy difícil encontrar un sistema GNU con Linux completamente libre. Ahora existen dos distribuciones que creo son libres. Una de ellas es
GNU con Linex y debe ser completamente libre, pero alguien aún está averiguándolo. El otro es Ututo-e.

Ahora, hay dos versiones o sistemas libres que se pueden usar. Si sirve usar uno de estos dos sistemas, sin cambios, mejor, pero si por razones prácticas se quiere hacer algún cambio, por ejemplo si se trata de un país de habla francés y quieren poner un soporte para francés, esta es una razón práctica. Es decir, cualquiera puede hacer los cambios que necesite, pero no hay obligación de armar su propia distribución, es decir, solo si lo necesita.

Sr. ASISTENTE.- Quisiera saber en qué otras ciudades de Argentina va a dar una charla similar.

Sr. STALLMAN.- Di una charla en Mar del Plata el sábado pasado y daré otra en Salta el jueves.

Sr. ASISTENTE.- Debian se jacta de tener software libre bajo todas las normas GNU.

Sr. STALLMAN.- Más o menos, pero no completamente. Debian es el nombre de una versión del sistema GNU Linux y los paquetes del sistema oficial Debian son todos libres. Pero el servidor de Debian ofrece también paquetes privativos. El mismo servidor contiene los dos.

Sr. ASISTENTE.- ¿Entonces se puede decir que usted no recomienda el uso de Debian?

Sr. STALLMAN.- Si sabe elegir los paquetes libres el uso de Debian puede ser bueno, y es lo que uso yo, pero sugerir Debian al público sin llevarlo al uso de programas privativos, es difícil.

Sr. ASISTENTE.- Me tocó ofrecer a colegios el uso de software libre y enseñar sus herramientas. En muchos casos, me preguntaban si al enseñar sobre software libre no dejaba a mis alumnos mal preparados para lo que el mercado laboral pedía. ¿Qué se les puede responder?

Sr. STALLMAN.- Es posible liderar o seguir. Si se intenta seguir, la idea de liderar parece tonto; quiere seguir sin liderar. Si las escuelas de Argentina enseñan el software libre, las empresas encontrarán fácil su uso y habrá trabajo para este tipo
de software. Y al contrario, si se enseña el software privativo, también habrá trabajo utilizando este software.

Tal vez sea difícil ser el líder para una escuela, por eso se necesita una decisión estatal para que todas las escuelas cambien y ninguna tenga miedo de ser la excepción. Pero al mismo tiempo las empresas dicen que quieren cambiar al software libre pero no hay gente capacitada para manejarlo; esto quiere decir que hay un mercado para estos talentos.

Sr. ASISTENTE.- ¿Cómo aconsejaría que se sigan los pasos de manera práctica para aplicar Linux en las escuelas?

Sr. STALLMAN.- No soy experto en educación, pero no es un tema de educación sino de voluntad porque es una decisión administrativa. La decisión es qué poner en las computadoras de las escuelas y si hay voluntad es posible cambiar. Con el
dinero economizado de las licencias se le puede pagar para formar a los profesores para que enseñen el sistema.

El Ministerio de Educación piensa entregar computadoras con los dos sistemas: Windows y GNU con Linux en la misma computadora. De esta manera tiene que pagar lo mismo como si usara sólo Windows, no economizan nada. Por lo tanto nos pidieron ayuda y ofrecimos reclutar voluntarios para formar a los profesores, e invitamos a que participen escribiendo a la siguiente dirección: educandos@solar.org.ar

Por lo tanto, lo que tienen que tratar es no colocar Windows en las computadoras de las escuelas y de esta forma, con el software libre, se estarían ahorrando el dinero de las licencias.

Esa sería una decisión para avanzar en el camino de la libertad; es una decisión de no hacer pasos al revés y no irse más lejos del destino.

Sr. ELÍAS.- Soy legislador y está bien que me mire, pero en este momento, a raíz de la pregunta de cuántas charlas va a dar en la Argentina, tengo la satisfacción de decir que la única que dio en un recinto legislativo es ésta y es un buen comienzo.

Sr. ASISTENTE.- ¿Cuál es la relación entre derechos de copia y patentes, y cuál es el impacto de patentes en las obras de uso práctico?

Sr. STALLMAN.- No hay ninguna relación entre patentes y derechos de copias, son leyes distintas que imponen restricciones muy diferentes. No son sólo diferentes en cada detalle porque se trata de cosas distintas: un derecho de copia
se aplica a una obra, a los detalles de la obra, no a las ideas. Una patente es un monopolio del uso de una idea y la ley de patentes tiene muchos detalles pero no hay semejanzas entre las dos leyes.

En el campo informático los derechos de copia y las patentes tienen efectos muy diferentes. Por ejemplo, un derecho de copia restringe el uso de un programa y las patentes restringen el desarrollo de un programa, porque para desarrollar un programa se necesitan combinar muchas ideas.

Alguien acaba de publicar un artículo diciendo que el programa Linux, que es un sólo programa de un sistema GNU, según parece, contiene ideas cubiertas por casi trescientas patentes. Es muy difícil escribir un programa en un país que tenga patentes informáticas, sin violar muchas patentes a la vez, por eso son un obstáculo para el desarrollo de software y todos los países tienen que rechazarlas.

Sr. ASISTENTE.- ¿El gobierno argentino puede hacer un gobierno electrónico digital con software libre, contratando programadores que hagan software libre para el gobierno, para gobernar electrónicamente todas las transacciones cotidianas de la gente?

Sr. STALLMAN.- Es obvio, la mayoría del software necesario ya existe, quizás se necesitarán programas específicos por las políticas específicas; de todos modos, tendrá que contratar programadores para escribirlo y puede ser software libre, que
no costará más de lo que cuesta siendo privativo.

La base para comenzar está muy avanzada, porque es más o menos como armar servidores de Web y en ese campo ya tenemos mucho éxito, porque el servidor de Web más exitoso del mundo es libre y muchos de los programas utilizados para armar servidores de mucha complejidad también son libres. En este campo es fácil, quizás haya agencias con programas específicos, de trabajos muy específicos que serán más difíciles de reemplazar, pero este campo es fácil.

Muchos sitios de gobierno electrónico ya funcionan en el mundo con software libre.

Sr. ASISTENTE.- Del lado de los usuarios, en Argentina es una práctica muy común que se pasen copias de programas que tienen licencia...

Sr. STALLMAN.- Tengo que decir que los programas libres también tienen licencias; licencias para definir las fronteras de la libertad del usuario y no para quitársela, pero son licencias. Seguramente lo que usted quiere decir es que son programas privativos.

Sr. ASISTENTE.- Exactamente.

En la medida en que las leyes todavía siguen favoreciendo a los programas privativos, ¿cómo ve usted la práctica de parte del usuario de lo que se llama piratear?

Sr. STALLMAN.- No son piratas, ser piratas es atacar naves. (APLAUSOS)

Dar a un amigo una copia de un programa privativo, no es malo por ser copia no autorizada, es malo por ser programa privativo, es una copia más de un programa privativo. Es quizás menos malo por ser una copia no autorizada de lo que habría sido por ser una copia autorizada, pero todavía es malo y no se debe hacer.

Yo no quiero proporcionar a mis amigos copias de programa privativos y no puedo hacerlo porque sólo tengo software libre en mi computadora, entonces, sólo puedo ofrecer copias de programas libres y para ello estoy autorizado.

Sr. ASISTENTE.- Una de las limitaciones que veo en la frontera del software libre y el software encapsulado de empresa, es que la gente considera que el software libre es difícil, complicado y a veces ineficiente. ¿Cómo podemos solucionar eso?

Sr. STALLMAN.-
Era más complicado hace unos años, pero ahora tenemos interfaces gráficas bastante fáciles y la experiencia nos muestra que es fácil de aprender.

Sr. ASISTENTE.-
Yo sé que es fácil porque trabajo software libre, el tema es que la gente aún sigue teniendo ese prejuicio.

Sr. STALLMAN.- No sé cómo educar a la gente cuando cree algo que no es verdad, no soy experto, tenemos que mostrarlo. Los discos vivos son una herramienta buena para hacerlo, porque es posible poner un disco dentro de la máquina y mostrar que funciona fácilmente sin cambiar nada dentro de la computadora. No se corre ningún riesgo intentando y cuando la persona vea que le gusta puede, después, instalar el sistema nuevo.

Sr. ASISTENTE.-
En cuanto a las leyes asociadas que pueden restringir libertades, en particular, cuando se habla de software libre, una de las libertades es la de modificar el programa y redistribuirlo. Ahora bien, si existen leyes que me restringen a mí, no por el lado del programa sino por el lado de mi actividad como profesional a hacer eso, de alguna manera estoy violando la libertad que el software libre me otorga. ¿Cómo se compatibiliza?

Sr. STALLMAN.- Es el tema del Colegio de la provincia de Buenos Aires. Es un problema grave, tal Colegio es un problema, porque la idea de software libre es que mucha gente pueda aprender a hacer cambios útiles en los softwares para sí mismo o para sus amigos y quizás más tarde como trabajo. Es tonto restringir quien pueda hacerlo, no es útil para la sociedad.

Quizás en unos campos más estrechos sea útil tener certificados para poder tener la capacidad de hacer software de manera fiable en ese campo, pero es mucho más específico que la informática y no tiene nada que ver con hacer la carrera de informática en una universidad.

Sr. ASISTENTE.- Quisiera saber qué actitud debería tomar la comunidad del software libre con respecto a la apertura del código que están haciendo las grandes empresas.

Sr. STALLMAN.- Con respecto a la publicación del software libre con las empresas grandes, pienso que publicar un programa libre normalmente es bueno, sea quien fuere el desarrollador.

Pienso que las empresas grandes poseen demasiado poder y este es un problema político grave para el mundo entero, pero no significa que cualquier cosa que haga una empresa grande sea malo automáticamente. Cuando IBM, que es un empresa bastante grande, desarrolla un programa libre y lo publica, es bueno aunque sea hecho por cualquiera.

Sr. ASISTENTE.- Pero tengo entendido que hay grandes empresas que no ofrecen el software libre sino el open source.

Sr. STALLMAN.- Open source es nombre de otra filosofía, pero casi siempre un programa open source también es libre, y los programas publicados por IBM son programas libres.

IBM no usa el término libre, pero son programas libres y publicarlo es útil porque contribuye a nuestra comunidad. No voy a condenar a IBM sólo porque sea IBM. Esta empresa tiene una gran posibilidad de adaptarse a un mundo de software libre porque su negocio es de computadoras y servicios y el uso de software libre no cambia mucho en este negocio.

- Ante una pregunta fuera de micrófono, responde el Sr. STALLMAN.- Pienso que uno no tiene nada que ver con el otro, porque quéhace el sitio Web en su comunicación con el usuario no depende de que sea libre o no. Con software libre o con software privativo pueden hacer el mismo espectro de cosas distintas y así, si quieren mantener la privacidad del usuario, pueden también hacerlo con cualquier programa y, si no la quieren respetar, pueden hacerlo con cualquier programa. Eso depende de cómo usen el programa. Son dos temas independientes.

Sr. ELÍAS.- Creo que es una cuestión de decisión política.
Le damos un fuerte aplauso a Richard Stallman y damos por concluida
esta charla. (APLAUSOS)

[Aquesta conferència i col·loqui amb els assistents va estar publicada al núm. extraordinari de la revista Sota el cel del Puig dedicat a Richard Stallman.]