Una història moral
Otra historia de la evolución
[La necesidad de adaptarse al medio explica la aparición de ciertos rasgos en algunas especies, pero algunos alumnos de 1º de ESO han imaginado una historia diferente de la aparición de algunos de esos rasgos.]
¿Por qué las cebras tienen rayas?
Hace ya mucho tiempo, en la selva africana, reinaba un león de larga melena dorada. Era apreciado por muchos animales y temido por otros. Al león le chiflaban las cebras que, por cierto, en esa época eran blancas. Comía carne de cebra a todas horas, para desayunar, almorzar, merendar y cenar. ¡Si el león continuaba así acabaría con todas las cebras del planeta! Por eso las cebras decidieron hacer algo al respecto. Después de comerse el coco pensando en qué podrían hacer, convocaron una reunión con todas las cebras del mundo para explicarles que tuvieran cuidado con el león de larga melena dorada que reinaba en la selva africana. Todas estaban entusiasmadas con el plan, pero no contaban con que una prima del león, una serpiente verde con manchas amarillas, sin duda la más cotilla de la selva, había escuchado el plan e, inmediatamente, fue a explicárselo todo a su querido primo, el león de larga melena dorada que reinaba en la selva africana.
-¡Primo, primo! -gritó la serpiente verde con manchas amarillas, sin duda la más cotilla de la selva-. Te traigo una noticia.
-Espero que sea importante -protestó el león de larga melena dorada que reinaba en la selva africana-. Porque se acerca la hora de comer y ya sabes cómo me pongo si no como a mis horas una cebra.
-Sí, sí, ya sé cómo te pones, y espero que no te pongas como te pones siempre que no...
El león miraba a su prima con una mirada de esas que te dicen: "Corta el rollo" o "Cállate o te vas a enterar". Pero su prima seguía:
-Porque si te pones como te pones cuando tú ya sabes...
-Tengo hambre -interrumpió el león-, así que como no me digas ya eso tan importante, creo que hoy, para comer, me zamparé carne de serpiente.
La serpiente hizo una pausa de cinco segundos y prosiguió:
-Ejem... sí, a lo que iba... Bueno, pues que las cebras han convocado una reunión de todas las cebras del planeta para...
-No me digas más -dijo el león-, tú averigua dónde y cuándo será esa reunión, y comunícamelo de inmediato.
Después soltó una carcajada.
La serpiente hizo lo que le dijo el león, averiguar dónde y cuándo era esa reunión, y a continuación se lo comunicó. Quién sabe lo que planeaba el león...
Llegó el día de la reunión y todas las cebras estaban presentes en el lugar indicado. Pero, de repente, apareció el león con una jaula enorme que llevaban volando sus amigos los halcones, y la dejaron caer sobre todas las cebras presentes. De esa forma, todas las cebras quedaron encarceladas, y el rey podría disponer de ellas cuando quisiera.
A partir de aquel día empezó a hacer un calor horrible y el sol ardía más que nunca, de tal manera que a las cebras se les puso morena la parte de la piel que no estaba tapada por las rejas y la parte tapada por las rejas, como no le daba el sol, se mantuvo blanca. Y así fue cómo las cebras llegaron a tener las rayas que tienen hoy en día.
Irene Visier Vargas (1º de ESO)
¿Por qué las jirafas tienen manchas?
Hace unos cuantos siglos, había un millón y pico de jirafas repartidas por todas partes. En una selva africana había una pequeña jirafa que tenía ganas de ver mundo. En esa selva siempre pasaban muchas cosas, algunas aburridas y otras increíbles, y siempre pasaban por allí cerca camiones llenos de gente porque esa selva estaba entre dos ciudades muy importantes.
Un día llegó un camión repleto de chocolate. La pequeña jirafa y sus amigas, hartas de comer siempre lo mismo, decidieron robar algo de ese camión, y para eso necesitaban a las cebras.
Las cebras se pusieron delante del camión para que no se moviera. Las jirafas cogieron cuanto chocolate pudieron y se lo llevaron. El conductor no se dio ni cuenta porque estaba demasiado pendiente de las cebras.
Las jirafas, muy orgullosas y alegres por su hazaña, empezaron a atiborrarse de chocolate. Se mancharon todo el cuerpo. Pero lo que no sabían era que ese chocolate líquido se convertía en sólido al contacto con el sol. Después de comer vieron sus cuerpos manchados de chocolate e intentaron quitárselo, pero sólo consiguieron hacerse daño. Entonces decidieron pedir ayuda al sabio león, rey de la selva. El león aceptó, pero se le fue la mano y las mató a todas.
Y así fue cómo, en su honor, las otras jirafas de todos los demás países se mancharon de chocolate: para que todo el mundo se enterara de que a los leones, sabios o no, no se les puede pedir nada.
Jessica Smith (1º de ESO)
¿Cómo le salió la trompa al elefante?
Érase una vez un elefante que se sentía extraño. Iba preguntando a los animales por qué eran como eran. Le preguntaba a la cebra que por qué tenía rayas y la cebra, enfadada, le dio dos golpes. Seguía preguntando a otros animales y seguía recibiendo golpes.
Un día el elefante oyó hablar de un charco negro que tenía respuestas hasta para las preguntas más tontas. El elefante se dirigió hacia ese charco que no desaparece nunca aunque sea pequeño. Pero él no había oído que por allí vivía un cocodrilo.
El elefante, ilusionado, dijo en ese momento:
-Por fin podré saber con la respuesta cómo arreglar mi trompa pequeña con la que no puedo coger nada.
Llegó a su destino. Pero cuando estaba delante del charco vio que también estaba allí el cocodrilo. El elefante, asustado, se puso a correr y el cocodrilo detrás. Cuando el cocodrilo pudo morder, le mordió en la trompa al elefante y le hizo de esa cosa que casi no se veía una trompa larga y digna de un elefante, y desde ese momento los elefantes tienen una trompa larga y digna.
Josué Ponce (1º de ESO)
Una història moral
Un món al revés
Va escolatar les seves pesades passes pujant per l'escala. Involuntàriament, va començar a tremolar, va anar cap a l'habitació i és va tancar.
-Amor meu, on ets?
La seva veu dubtosa denotava que havia begut, i molt.
Ell es va estirar al llit i va començar a tremolar encara més fort, desitjant amb tota la seva ànima, que ella es desmaiés o que se n'anés a dormir al sofà fins que se li passés la borratxera.
Però no va ser així.
-Se que t'estàs amagant! Vinga, idiota, que no tinc ganes de cap jo d'endevinalles.
L'estava escoltant massa a prop seu, va tancar els ulls desesperat, però ja era massa tard, el va trobar.
-Què hi fas aquí? No ploris, home, que només són les quatre. Demà, si et quedes més a gust, arribaré a les cinc, d'acord?
Va llençar una rialla sarcàstica i es va llençar a sobre d'ell.
-Dóna'm un petó, home -va dir ella.
Ell, per la seva part, es va armar de valor i li va dir:
-Ni se t'acudeixi tocar-me!
-Sóc la teva dona i estàs sobre la meva influència, puc fer el que em plagui amb tu!
Ell va començar a plorar desconsoladament, sense saber que dir ni com defensar-se.
-Sempre fas el mateix -va començar-. De dia, estàs només preocupada pel teu treball i quan tens una estona lliure no dubtes en compartir-la amb les teves amigues i mentrestant, jo aquí fent de minyó i... Em sento tant sol!
-Doncs si et sents sol et compres un gos, a mi no em vinguis ara amb aquests sentimentalismes, que bastant ocupada estic ja amb els meus assumptes com per haver de fer-te ara de consellera emocional.
-Els teus assumptes? També entra en els teus assumptes ficar-te al llit amb tots els homes que et trobes pel carrer i arribar borratxa a les quatre de la matinada?
-No començem per aquí perquè aquesta és la meva vida i jo puc fer el que vulgui amb ella!
-Ah, clar, se m'oblidava que jo no formo part d'ella...
-Mira, ja n'hi ha prou, calla la boca d'una vegada i deixam'm dormir.
-Ets una miserable... -va dir ella en veu baixa.
Malauradament, ella el va escoltar, el va mirar amb els llavis apretats, es va aixecar del llit, va agafar el cinturó i el va alçar per sobre d'ell.
-Això és per a que aprenguis a callar!
El cinturó li va impactar directament a la cara. No va cridar, ni tan sols es va queixar. Només plorava, plorava llàgrimes de sang. I calla, com fa sempre, calla...
Noelia Lorenzo (3r d'ESO)
[Aquest article va estar publicat al núm. 32 de la revista Sota el cel del Puig, desembre de 2010.]