La evolución de los tratamientos de deshabituación
La evolución de los tratamientos de deshabituación
Cristina Caballero (2º de Bachillerato)
El problema de la adicción a las drogas de abuso sigue siendo uno de los más importantes en todo el mundo. Desde el punto de vista sanitario, por supuesto, pero también desde el punto de vista social y económico. Lo es hoy más, si cabe, porque nuestra sociedad se encuentra en una época de cambios de actitud frente al problema de las drogodependencias. Hoy en día la adicción es un problema de alcance mundial. Los adictos se cuentan por millones en los principales países del mundo. Las adicciones destrozan hogares, destruyen carreras y de una u otra forma arruinan la vida de muchísimas personas. Nuestra generación, más que ninguna otra a lo largo de la historia, está envenenándose masivamente.
A lo largo de la historia de las drogas, se han creado muchos y diferentes estereotipos entorno a ellas. En las últimas décadas el problema de su abuso parece haberse situado única y exclusivamente en barriadas y suburbios marginales y se ha descrito a los toxicómanos como personas sin recursos económicos, con una vida totalmente desestructurada, pero esto no siempre fue ni es así.
Se ha creído oportuno llevar a cabo este trabajo para intentar mostrar que la problemática de las drogas nos puede sorprender a todos en el momento menos esperado y atraparnos por igual sin hacer distinciones de ningún tipo y que una vez dentro de ese mundo, es muy difícil conseguir abandonarlo. Pero, aparte de ese objetivo general, deben señalarse otros más inmediatos: El primero, intentar estudiar la evolución o contraevolución de los programas de deshabituación de los años 1983-1984 respecto a otros más modernos aplicados en los años 1998-2000. El segundo, desmitificar y aclarar muchos aspectos en torno al mundo de la drogacción. Y en tercero y último, contribuir con esta modesta aportación a la campaña antidrogas, para que aquellas personas que lleguen a leerlo queden mentalizadas, por si no lo estuvieran, de que lo mejor es mantenerse lo más lejos posible del mundo de las drogas. Para llevar a cabo este estudio, se han analizado dos grupos de personas, procedentes de Barcelona, entre los 18 y los 44 años, pero situadas en periodos de tiempo distintos. Como ya se ha dicho, el primer grupo llevó a cabo el proceso de deshabituación entre los años 1983-1984 y el segundo, entre los años 1998-2000. En un primer momento se han estudiado las características personales de cada grupo (sexo, edad, procedencia geográfica, recursos económicos, situación familiar, formación escolar, número de años de adicción en el momento de empezar el tratamiento, situación legal, número de tratamientos anterioremente realizados...) y en un momento posterior se ha estudiado la adaptación al programa y el grado de éxito de éste. Para poder llevar a cabo esta investigación se han visitado diferentes centros de Barcelona y Santa Coloma de Gramenet dedicados a los tratamientos con drogodependientes. El primer estudio se ha llevado a cabo con informes qe nos han sido prestados en los diferentes centros visitados y para elaborar el segundo se han seguido las mismas pautas (para poder establecer claramente las semejanzas y las diferencias), haciendo las preguntas necesarias en aquellos centros que nos recibieron. Después de la discusión de los datos obtenidos, se ha creído conveniente destinar este punto del trabajo a la verificación o no verificación de las hipótesis previamente formuladas. La primera hipótesis que se formulaba en este trabajo, era la posibilidad de que el perfil del toxicómano viniera dado por unas pautas establecidas y que no variara con el paso del tiempo. Después de realizar el estudio comparativo entre los dos programas de deshabituación llevados a cabo por la asociación SPOTT de Barcelona, podemos afirmar que esto no es cierto y que el perfil del toxicómano no corresponde a ningunas pautas previamente establecidas, sino que en el mundo de las drogas no se puede generalizar y hay que estudiar cada caso por separado, ya que cada persona es distinta. Con la no verificación de esta hipótesis se pueden desmentir muchos tópicos creados en torno al mundo de la drogadicción, como por ejemplo que el problema del abuso de drogas sea exclusivo de barrios marginales o que todas las personas que padecen problemas con las drogas son delincuentes que provienen de familias totalmente desestructuradas. Otra de las hipótesis formuladas al principio de la investigación era la posibilidad de que los tratamientos de rehabilitación (y en concreto de la parte conocida como deshabituación), hubieran sufrido cambios notorios a lo largo de los años. Después de analizar los datos obtenidos del estudio comparativo, podemos afirmar que en los casi 16 años que separan sendos estudios se han producido cambios en los tratamientos. Estos cambios, han hecho que el número de personas que terminaran el tratamiento con éxito fuera mayor, por lo que hablamos de cambios provechosos y beneficiosos para las personas tratadas. Podemos verificar entonces esta hipótesis. Cristina Caballero Gómez (2º de Bachillerato)
[Aquest resum va estar publicat al núm. 8 de la revista Sota el cel del Puig, abril de 2002.]