Coneixement de les emocions

per Institut Puig Castellar darrera modificació 2020-04-24T20:18:40+02:00
Nocions d'educació emocional

¿Qué es la felicidad?

  • Para mí, la felicidad es un sentimiento, por lo tanto, algo que no se puede tocar ni oler ni ver, pero sí que se puede sentir, porque una persona sí que puede saber cuándo está feliz y cuándo no. Yo estoy feliz si algo me sale bien, si me dan una buena noticia, cuando me siento alegre, cuando me divierto o me río… Y por muchos otros motivos. La felicidad es algo muy bonito. Creo que una persona no podría vivir si no fuera feliz a ratos, porque creo que la felicidad es necesaria como el aire. Para mí, la felicidad es eso, pero creo que para valorar la felicidad hace falta haber vivido la tristeza. Nuestra personalidad tiene mucho que ver con la felicidad, porque si somos positivos, seremos más felices. Y si vemos siempre el lado malo de las cosas, no tendremos nunca la felicidad. A veces he oído decir que no es más feliz el que más tiene sino el que menos desea. [Judit Barrientos Solera, 2º de ESO]

 

  • Creo que la felicidad no dura para siempre. Hay momento s de tu vida en que eres feliz, pero luego todo se acaba. Creo que la felicidad se puede comprar con regalos u otras cosas o valores. Tú le compras un regalo a un niño, y es más feliz que unas pascuas. La cara de la felicidad es sonriente, llena de ilusión. Hay veces en que estoy feliz, pero al días siguiente, triste. Estar feliz no es difícil si tú te lo propones, por muy enfadada o malhumorada que estés, tienes que tener una parte de ti feliz. Creo que si la vida no te la tomas con humor, sino que te la amargas, no será divertida ni buena. La felicidad se puede compartir contando chistes, sonriendo, siendo buenas personas… y recordando que “no hay que hacer a nadie, lo que no te gustaría que te hicieran a ti”. [Yolanda Fernández Medina, 2º de ESO.]

 

  • La felicidad es algo muy grande, se siente en el interior. Si en un momento estás triste y te dan una buena noticia, de repente te pones feliz y sientes que la tristeza ha pasado. La felicidad es estar en un momento bien con todos, con la familia, los amigos, con uno mismo… En ese momento, nada ni nadie podrá quitarte esa sensación. La felicidad es estar bien con todos los que te rodean y que al mismo tiempo ellos también lo estén contigo. [Ana Mª Jiménez Garrober, 2º de ESO.]

 

  • La felicidad no es nada por sí misma. Es más bien un conjunto de situaciones lo que da la felicidad. Pocas son las personas que están siempre felices. Nadie está feliz cada segundo de su vida. Hay momentos felices y otros tristes; depende de qué momentos sean más duraderos, una persona será feliz o desgraciada. [José Luis Álvarez Culebras, 2º de ESO.]

 

¿Qué es el miedo?

 

  • El miedo es un sentimiento desagradable ante algo que nos asusta o que puede hacernos daño. Hay muchas clases de miedo. El más corriente es el de la persona que está ante algo o alguien que le puede hacer daño, pero también hay otros, por ejemplo, el vértigo (tener miedo a las alturas). También he oído hablar del que siente quien se declara a alguien y tiene miedo de no ser correspondido. Y del miedo a la soledad. Y del miedo a que las personas que te rodean ven tu parte más mala. La mejor forma de evitar el miedo es tratando de no pensar en lo que te asusta, es decir, afrontándolo. [Víctor Santos Jurado, 2º de ESO.]

 

  • El miedo es una emoción que, a veces, no se puede evitar. Cuando tienes miedo, sientes temor de perder algo. El miedo se puede producir por muchas cosas: por imaginarte lo que puede pasar, por pasar por una mala situación… Pero hay muchos tipos de miedo. Por ejemplo, las fobias. Las fobias se pueden solucionar mentalizándote de que no va a pasar lo que temes que pase. Si tienes miedo a la oscuridad porque piensas que puede venir alguien que te va a hacer daño, deberías pensar que eso no pasará. Pero otros tipos de miedos no se pueden superar porque no se pueden evitar, por ejemplo, si te están haciendo algo malo y no puedes hacer nada para evitarlo. Creo que hay dos tipos de miedos: el imaginario (cuando tienes miedo de lo que piensas) y el real (cuando tienes miedo de lo que está pasando o sabes que es seguro que te pasará). Cuando tienes miedo de lo que piensas, eso lo puedes evitar; pero si es por lo que está pasando, a veces no lo puedes solucionar. (Sé que no me expreso muy bien, pero esto es lo que pienso.) [Alba Calvo Lallave, 2º de ESO.]

 

El caso del coronel que se suicidó cuando un periodista quiso publicar que se ponía más medallas de las que había ganado

[Esta historia está recogida en el libro de Manuel Segura y Margarita Arcas, Educación emocional]

 

  • La culpa de que el coronel se suicidase, en mi opinión, es de los dos, del coronel y del periodista. La idea de suicidarse es propia de masoquistas, pero le echo más culpa al periodista, porque el comportamiento del coronel puede llegar a ser comprensible: le gustaba ser conocido, popular, que lo admiraran; en definitiva, ser alguien, alguien de quien se hablara con distinción. Y el periodista quiso hacer su trabajo e investigar por qué tenía tantas medallas y descubrió que no las había ganado por sus méritos, y lo llama para decirle que quería hacerle una entrevista cuando, en realidad, quería apuñalarle por la espalda haciéndole una mala jugada, llamando a otros periodistas y a la televisión para hacerle quedar en ridículo. El coronel, al ver que su prestigio y su honor, que había ganado falsamente, se esfumarían y sería un don nadie, prefirió morir antes que perder el respeto y que se rieran de él, aunque su decisión parece un poco exagerada. Pero, para él, supongo, la muerte era mejor que no tener prestigio, y por eso renunció a la vida. [Celeste Muñoz Martínez, 2º de ESO.]

 

  • Creo que ese hombre se ponía más medallas de las que en realidad tenía para fardar, para sentirse importante y que la gente lo adorase. Se suicidó al ver que si se descubría la verdad, todo el mundo lo miraría como a un charlatán, un mentiroso, un farsante, en fin, lo que era, ya nadie le miraría con buenos ojos y perdería todo su prestigio, así que antes de vivir de esta manera, prefirió quitarse la vida. El periodista decidió hacer público el descubrimiento del engaño de este hombre por que la gente supiese la verdad y para hacerse famoso como el periodista que descubrió a un gran farsante. Tanto el mismo hombre como el periodista tienen culpa en el suicidio, pero la mayor parte de culpa es de ese señor, porque si no hubiese presumido tanto de algo que no era, nadie hubiese descubierto nada, ya que no habría nada que desvelar, y además fue él quien apretó el gatillo para acabar con su propia vida. [José Luis Álvarez Culebras, 2º de ESO.]

 

  • Cuando he llegado a casa y le he explicado la historia del coronel a mi abuela, me ha contestado que cuando, entonces, daban alguna medalla, era por méritos de guerra y que los militares cobraban un tanto por ello. El único mérito que aquel hombre había hecho era ostentar medallas falsas quizá para cobrar más dinero o porque con ello se sentía superior. Cuando se cometía  un delito semejante, de falsificación de condecoraciones, los militares eran expulsados del cuerpo o bien fusilados. Quizás pasó que cuando el coronel se dio cuenta del error cometido y de sus consecuencias, prefirió suicidarse antes que otras personas lo acusaran y no llegar al punto en que la gente le dijera en su cara que era un maldito falsificador y un ladrón (su orgullo caería por los suelos). No creo que el periodista tenga mucha culpa en esta historia, pero si la tuviera, sería por impaciente, porque cuando investigó sobre el caso y quiso entrevistar al coronel, no debería haber tratado de hacerlo en presencia de otros periodistas, creando así una situación más violenta para hacer saber públicamente la culpabilidad del coronel. Creo que, aunque el periodista hubiera ido solo, el coronel se hubiera suicidado de todas formas, porque igualmente se iba a saber la historia, pero si hubiera ido solo, podría haber realizado aquella entrevista, pues el coronel no se iba a pegar un tiro en su presencia, ¿no? [Virginia Zaldívar Puigmal, 2º de ESO.]



Ponerse en la piel del otro: razones para empatizar

 

  • Hay muchos casos en que la gente lo pasa mal. Por eso muestro ahora diferentes situaciones y razones por las cuales hay que empatizar.

1. Por ejemplo, cuando a un amigo o conocido se le muere un familiar (o éste está enfermo), hay que ponerse en el papel del otro y consolarlo.

2. Cuando alguien, un amigo o familiar, pierde el monedero con el carnet de identidad, hay que ayudarle a buscarlo o, si no, acompañarlo donde haga falta (comisaría).

3. Cuando insultan a alguien, a algún amigo, hay que defenderlo y pensar que cuando te insulten a ti, tendrás a alguna persona entre tus amistades que te de defenderá.

4.  Cuando un compañero se deja en casa el libro de texto, hay que ponerse  a su vera y compartir con él el nuestro.

5. Se le ha caído la casa a un conocido, hay que decirle que se vaya a vivir a tu casa.

6. Cuando a alguien le han robado y ha pasado miedo.

7. Cuando sus padres u otras personas le han herido, amenazado…

8. Cuando ha suspendido alguna asignatura un compañero, hay que mostrarle nuestro apoyo.

9. Si su madre le ha reñido y está malhumorado y  no quiere ir a su casa.

10. Cuando una persona se ha caído o la ha atropellado un coche, hay que acudir en su ayuda y dejarla a salvo.

 

Yolanda Fernández Medina

( 2º de ESO)


Situaciones en las que iría bien empatizar con los otros:

  • Son las once de la noche y al vecino se le ocurre poner la música a todo volumen.
  • Hay un hombre sentado al lado de una mujer con un niño; el hombre se pone a fumar de tal forma que le va todo el humo al bebé.
  • Pasa una abuelita por un paso de peatones y el coche empieza a pitar para que se dé prisa.
  • Un coche aparca en una plaza para minusválidos.
  • Una mujer se pone a regar sus plantas en pleno día, haciendo caer por el balcón un chorro de agua que va a parar a la calle.
  • Alguien tiene prisa por llamar en la cabina y el que está dentro se pasa mucho rato hablando.
  • Cuando se margina a alguien por ser extranjero.
  • Cuando alguien mira con desprecio a una persona minusválida.
  • Cuando a un chico le gusta una chica mucho y un amigo, por querer ser mejor que él,  liga con ella.
  • Cuando una persona te pide un euro para llamar a su casa porque le han robado el bolso.

José Luis Álvarez Culebras

(2º de ESO)

Hay empatía si...

  • Vas en el autobús o en el metro... y le cedes tu asiento a una persona mayor que necesita sentarse.
  • Una persona se cae, se desmaya, y tú intentas hacer lo posible por ayudarla.
  • Un vecino, por ejemplo, lleva el carro de la compra y tú lo ayudas a subir las escaleras.
  • Alguien de tu familia está enfermo y tú lo ayudas haciéndole todas las faenas de la casa y cuidando de él.
  • No te ríes cuando a una persona le pasa algo malo.
  • Delante de la caja del supermercado dejas pasar a la persona que va detrás de ti porque lleva poca cosa.
  • Una persona va a fumar en público y primero pregunta si molesta.
  • Si en una acera dos personas no caben y una le cede el paso a la otra.
  • Escuchamos a las personas cuando hablan.
  • Acordamos de felicitar a la gente el día de su cumpleaños.

Judith Barrientos Solera

(2º de ESO)

 

  • No insultes a nadie… ¿te gustaría que te insultaran a ti?
  • No gastes bromas pesadas, pues seguro que si te las gastan a ti no te gusta.
  • No pongas la música alta, que los vecinos  duermen. ¿A que no te gustaría cuando duermes que te pusieran la música alta a ti?
  • Está en el hospital. Nada más verla, comprendo que está sufriendo. Comprendo lo que decía la chica: es muy doloroso estar así.
  • No pintes en la fachada de esa casa, que si tú fueras el dueño, no te gustaría pagar dinero para quitar la pintada.
  • No contestes de esa manera, imagínate que es al revés.

Alex Carpio (1º de ESO)

 

  • Un hombre está pegando a otro de distinta raza; ¿cómo se sentirá el que está siendo golpeado?
  • Dos hombres se están insultando, ¿cómo tendrían que sentirse los dos?
  • Como le están pegando, ¿qué debe sentir?
  • Cuando le están robando, ¿cómo debe sentirse?
  • Cuando un profesor  está explicando algo y los niños no le escuchan, ¿cómo debe sentirse?
  • Un niño está leyendo y los otros no le escuchan, ¿cómo debe sentirse?
  • Cuando hay una pelea familiar y el niño lo está viendo, ¿cómo se sentirá?
  • Cuando están maltratando a un niño, ¿cómo debe sentirse?
  • Cuando un niño se ahoga y ve que nadie le ayuda, ¿cómo debe sentirse?

Daniel Mendoza

(1º de ESO)

 

  • Sentí empatía hacia el pobre vagabundo que estaba tumbado en el suelo envuelto en una manta un día en que estaba lloviendo. Al ver a ese pobre hombre fue como si, de repente, sientiese el mismo frío o más que él debía estar pasando.
  • Hay que tener empatía hacia la persona que está hablando, escucharla y no pasar de ella como si no estuviera (esa persona debe sentirse muy mal al ver que nadie la está escuchando y que la ignoran).
  • Hay que tener empatía hacia cualquier animal. Mucha gente ve gatos o perros por la calle y empieza a tirarles piedras o a darles patadas o cualquier cosa que se le ocurra, hasta que el animal acaba muerto o gravemente herido.
  • También hay que empatizar con los otros siendo amable con ella y no tratándolos bruscamente, para conseguir que  se sientan bien a tu lado.
  • Los conductores tendrían que sentir empatía hacia los peatones porque algunos de ellos, aunque tengan el semáforo en rojo y estén a punto de pasar peatones, son capaces de pasar como si nada, pudiendo así atropellar a cualquiera.
  • Hay que sentir empatía con los vecinos: cuando son más de las diez de la noche, si algún vecino tiene la tele o la música a todo volumen, tendría que ponerse en el lugar de quienes tienen que descansar o relajarse.
  • Si vamos en un transporte público y vemos que todos los asientos están ocupados y hay una persona mayor o una embarazada de pie, habría que cederle nuestro asiento.
  • También habría que tener empatía hacia las personas llegadas de otros países que necesitan tiempo para hablar nuestro idioma, darles nuestra amistad y empatizar con ellos.

Jennifer Calvillo López
(2º de ESO)



  • Voy a poner tres casos de empatía:

1. Estás en el autobús, ves que una mujer embarazada casi se cae y oyes cómo una mujer mayor le dice que se siente en su sitio. La embarazada no acepta. Una madre le dice a su hijo que le deje su sitio a la embarazada, pero el niño no quiere y la madre se enfada con él. Te levantas tú y dejas tu sitio a la embarazada.
2. En una reunión en que se hablaba del cáncer de próstata, un médico empezó a comentar algunas cosas de ese tipo de cáncer, cómo se detecta, cómo se puede tratar... Enmedio de la charla, empieza a sonar un móvil. El médico tuvo que callarse durante diez minutos para que el chico al que le habían llamado dejara de hablar con sus amigos. Al cabo de diez minutos, al mismo chico lo volvieron a llamar, pero esta vez el médico no esperó, subió el tono de la voz y siguió con la charla. Con esto quiero decir que si tenías un móvil, tendrías que haberlo desconectado si estabas en esa charla, para que el médico (en este caso) no se llevara una mala impresión de los de la asociación, que le habían llamado para que diera la charla.

3. Iba yo por la calle y vi a una mujer mayor con siete bolsas llenas de alimentos; en una fruta, en otra, pescado; en otra, carne; en otra, pintura; en otra, pan; en otra, papel, y en otra, una mochila. Le dije que si quería que la ayudase a llevar las bolsas de compra a su casa y la mujer, muy agradecida, me dio un par de euros por haberla ayudado. Así es como hice una obra buena en el mundo.

Alan García García

(2º de ESO)

 

 

Què puc fer jo pels altres?

 

  • Qualsevol cosa que pugui fer i que, a més, estigui al meu abast. Qualsevol cosa que no em costi tant de fer i que, per als altres, signifiqui un favor molt gran i una ajuda molt agradable i molt ben vinguda. Podem també donar objectes com roba, joguines... coses que no fem servir i moltes altres persones potser sí. [Esperanza Jiménez Martín, 4t d’ESO.]

 

  • Econòmicament no puc ajudar, puc ajudar però no gaire. Sí podem ajudar amb material, vull dir, aportant menjar com ja hem fet una vegada. També podríem aportar roba que tenim a l’armari sense utilitzar: tenim que fer un esforç entre tots i ser solidaris. [Marisol Carbajo Gervás, 4t  d’ESO.]

 

  • Jo no puc fer gaire cosa pels altres. Solament puc donar-los el meu respecte i més coses: també puc ajudar-los i estar allà, al seu costat, quan em necessitin. El que no puc fer es donar-los diners, perquè com no treballo, no en tinc, però tota la resta, puc donar-los. [Lorena Medrán, 4t d’ESO.]

 

  • ¿Qué puedo hacer yo por los otros? A mí me gustaría hacer muchas cosas por los demás, pero ahora lo único que puedo hacer solamente es brindarles mi amistad y simpatía a las personas que lo necesiten, ya que lo primero y más importante que desearía un chico o una chica es tener alguien en quien confiar y poderle contar todas las razones de su tristeza y su alegría por tenerlo ahí, justo cuando más se necesita. Tener un amigo es muy indispensable, ya que, a veces, intercambiamos pensamientos y maneras de pensar, pero siempre llegamos a un acuerdo. Algunos niños no pueden disfrutar de esta alegría —la de tener amigos con quienes jugar y en quienes confiar—, y se juntan con personas que solamente les hacen daño. Por eso lo más necesita una persona es tener una amistad limpia y verdadera. [Mayra Rocha, 4º de ESO.]

 

  • ¿Qué puedo hacer yo por los otros? Podemos ayudar a los demás en sus problemas, si no tienen ropa, intentaremos facilitársela. Si no tienen trabajo, les ayudaremos a buscarlo. Ayudaremos a los niños a hacer los deberes. Ayudaremos a quien no sabe montar en bicicleta a que aprenda… Hay muchísimas formas de ayudar a los demás, y se las puede ayudar en todos los problemas. Pero hay gente que pasa de esto y no les interesan los demás. A la gente que sí se preocupa y ayuda, que es lo importante, se las llama solidarias. Por ejemplo, son solidarias las personas que trabajan en las ONG —de las que tú también puedes formar parte. Hay muchas asociaciones de ayuda a las que puedes dar ropa y comida para la gente que lo necesite para sobrevivir. También puedes apadrinar a un niño dando dinero, por poco que sea, para que puedan comprarle lo necesario. Ser solidario es lo mejor que puedes hacer. Piensa ante los necesitados que tú estuvieras en su piel, en su estado: necesitarías ayuda. Si piensas esto, te darás cuenta de que siendo solidario, por poco que hagas, es mucho para los que lo necesitan. [Raúl Santos Moreno, 4º de ESO.]

 

  • ¿Qué puedo hacer yo por los otros? Yo hago lo que puedo y, si pudiera, haría muchas otras cosas, empezando por dar felicidad a los tristes, compañía a los solitarios, de comer a los hambrientos y de beber a los sedientos. Seguro que si cada uno de nosotros aportara un poco, todos viviríamos en un mundo más feliz. [Jhonatan Ferney Sánchez Ramírez, 4º de ESO.]

 

  • ¿Que qué podemos hacer por los otros? Mandar cartas por toda España para informar de lo mal que lo pasa la gente del Tercer Mundo, los afectados por el fuel del Prestige y los vagabundos que pasan frío en la calle. En la carta se diría que todos tendríamos que mandar cosas útiles (ropa, dinero, comida…) y entregarlas en el ayuntamiento de nuestra ciudad. [Tamara Valcárcel Campos, 1º de ESO.]

 

  • Què podem fer pels altres? Podríem fer més hospitals per la gent de la tercera edat, és a dir, els grans que els deixen sols i oblidats, sense ningú que els ajudi. També per a molta gent afectada per accidents de tràfic i tot tipus d’accident. Caldria també portar menjar per aquells nens del Tercer Món que treballen molt però moren de gana. Per aquells que no tenen lloc on viure, caldria muntar-los un lloc on viure. [Laura Núñez, 1r d’ESO.]

 

  • ¿Que qué podemos hacer por los otros? Podríamos hacer muchas cosas, pero, por desgracia, no lo hacemos. Lo que podría hacerse es que los futbolistas ganaran menos  y los trabajadores ganaran más. En algunos pueblos, los jubilados no tienen pensión después de haber trabajado toda la vida. Toda la ropa que tenemos que es pequeña o juguetes que no usamos, tendríamos que darlos a los pobres (yo siempre lo he hecho). Podrían hacer residencias para los pobres vagabundos. [Álex Carpio, 1º de ESO.]

 

  • ¿Que qué podemos hacer por los otros? Dar sangre a los hospitales. Dar juguetes, puzzles, ropa, dinero. Apadrinar niños. Construir hospitales, colegios, residencias para las personas de la tercera edad. Enviar todo tipo de artículos para el hogar sea más cómodo y confortable (sofás, lámparas, artículos de cocina y baño). Hacer que consigan un empleo más digno y que cobren un salario digno con que puedan alimentar a la familia. Convencer a la gente para que haga todo esto. Enviar alimentos y bebidas a los países que lo necesiten. Solidarizarnos. [Victoria Arias Vall, 1º de ESO.]

 

  • ¿Qué cómo se ayuda a los otros? Kal es un niño de un país africano. No tiene padre ni madre porque murieron en la guerra. Ahora lo ayuda una ONG, le dan alimentos y cuidados médicos. En África hay muchas enfermedades (lepra, sida y otras enfermedades), pero en la actualidad ya no hay tantos niños con esas enfermedades, pues ahora tienen escuelas, médicos y alimentos gracias a algunas ONG. [Rubén Ramírez García, 3º de ESO.]

 

  • ¿Qué cómo se ayuda a los otros? A mí me gustaría que en África hubiera trabajos bien pagados y gente dispuesta a ayudar a los niños pobres y a entregarles comida, medicamentos, y, sobre todo, buenos enfermeros y doctores para curarlos cuando caen enfermos, pues hay niños que tienen heridas y enfermedades muy graves que les pueden llegar a ocasionar grandes problemas e, incluso, la muerte, y eso hay que evitarlo colaborando todos un poco. Me gustaría ir algún día a África para ayudar a los niños pobres en todo lo que pueda. [Elisabet Chaparro, 3º de ESO.]

 

[Aquests comentaris van estar recollits a la revista Sota el cel del Puig, núm. 13, març de 2003.]

[Tornar a la pàgina principal d'aquesta secció.]