Don Millet, CDC y los intocables
Salvador López Arnal
La Diputación de Barcelona -acusación popular en la causa por el saqueo del Palau de la Música de Barcelona- pide 67 años de prisión para los ex responsables de la entidad. A Fèlix Millet y Jordi Montull, dos señores de casa bien de Barcelona de toda la vida, les acusa de desviar dinero del Consorci del Palau para pagar obras en sus viviendas y para costearse viajes privados. Les atribuye “la comisión de delitos continuados de apropiación indebida, malversación de fondos públicos y falsedad documental” [1], con servicios inexistentes con facturas emitidas por sociedades instrumentales por ellos mismos controladas.
Pero, eso sí, sin acusar a los cargos de CDC imputados, ni exigir a la formación, el partido dominante en el gobierno de la Generalitat y una de las fuerzas propulsoras del dret a decidir y del camino inexorable y emancipador de la “independencia”, sin exigir a CDC, el partido de don Arur Mas, decía, responsabilidad civil alguna.
Limpios como el agua del Llobregat.
En su escrito de acusación, la corporación acusa del expolio a don Millet, a su mano derecha, Jordi Montull, y a Gemma Montull, la hija de este último, directora financiera del Palau, “mientras que a las esposas de los saqueadores del Palau de la Música las sitúa como partícipes a título lucrativo del expolio” (Recuérdese un nudo muy importante: saqueadores confesos).
La Diputación de Barcelona es una de las instituciones que formaba parte del Consorcio del Palau y nutría de fondos públicos -¡públicos!- a la entidad. En su escrito, no hace alusión alguna (lo que no puede tocarse no debe ser tocado) a los 5,1 millones de euros que el juez instructor cree “que CDC se embolsó a través de Fèlix Millet en concepto de comisiones ilegales de la constructora Ferrovial”, corporación emprendedora que, desde luego, sacó tajada constructora del proceso. Corruptores y corruptos este es el título de esta película y de tantas otras.
La Diputación de Barcelona está presidida por Salvador Esteve, un dirigente de Convergència que es, además, alcalde de Martorell. Todo queda en casa. La Diputación reclama a los saqueadores que indemnicen con casi 13 millones a la Fundación del Palau y al Orfeó Català y con otros 3 millones más al Consorci del Palau.
La Diputación, que formó parte del consorcio hasta 2001, no acusa pues del desfalco a otros imputados, como el abogado y ex secretario del Palau Raimon Bergós, la secretaria de don Félix Elisabet Barberà, la ex directora de la entidad Rosa Garicano o a los responsables de las empresas que supuestamente colaboraron en el expolio emitiendo facturas falsas. Tampoco, como se ha señalado, a Convergència, ya que “el dinero que supuestamente llegó a las arcas del partido nacionalista no provenía del Consorcio, sino de la Fundación”. ¡Será eso! ¡Vaya por Dios!
En resumen: para Gemma Montull, que fue directora financiera del Palau de la Música, la acusación popular de la Diputación solicita una pena de 17 años y medio de cárcel y, para Millet y Montull, pide que sean condenados a 25 años de inhabilitación absoluta.
El escrito de acusación añade que, a cargo de los fondos del Palau, los saqueadores confesos pagaron gastos particulares como las bodas de las hijas de Millet, celebradas en los años 2000 y 2002, en la sala de conciertos del edificio modernista con un presupuesto (una propinita) de 164.259 euros. ¡A eso se le llama austeridad, a eso se le llama tener mando en plaza! Las cuatrocientas familias que mandan en el país, en más que documentada opinión de don Félix Millet, miembro destacado de una de esas familias.
¿A que la burguesía catalana es más que moderna que nadie? ¿A qué es muy pero que muy distinta de esos bárbaros de la meseta, del Sur y de las dos Castillas? ¿A qué esto no tiene nada que ver con el caso Bárcenas por ejemplo? ¿A qué están hechos de otra pasta?
Notas:
[1] He tomado pie en:
http://ccaa.elpais.com/ccaa/2013/10/08/catalunya/1381219078_798772.html
Salvador López Arnal es miembro del Front Cívic Somos Mayoría y del CEMS (Centre d’Estudis sobre els Movimients Socials de la Universitat Pompeu Fabra, director Jordi Mir Garcia)
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