Entrevista a Julian Assange -Parte II. Los medios tradicionales de EE.UU. han renunciado a su tarea de vigilar los actos del poder
Pedro Miguel
La Jornada
Algo no cuadra cuando el Pentágono, que debiera esforzarse por parecer
poderoso, empieza a hacerse la víctima. Así ejemplifica Julian Assange
la reacción inicial de la institucionalidad estadunidense ante las
revelaciones masivas de documentos efectuadas por Wikileaks hace tres
años. En contraste, el australiano pondera el poder que los nuevos
sistemas de información pueden otorgar a los ciudadanos y lo
caracteriza como el más importante campo de educación política masiva
que haya existido jamás.
En cuanto a los medios tradicionales de Estados Unidos, siempre han
sido muy corruptos y han renunciado a su tarea de vigilar los actos
del poder: Son meros espacios para dirimir pleitos entre distintas
facciones del régimen, acusa.
La plática con el fundador de Wikileaks tiene lugar en la paz de la
embajada de Ecuador en Londres, en un amplio salón con ventanales
elevados que dan a la calle. De pronto llega un rumor en sordina. El
entrevistado aguza el oído, interrumpe la plática con gesto cortés y
camina hacia el balcón. En la acera opuesta se ha hecho presente un
pequeño grupo que enarbola retratos de Assange y corea consignas en
favor de su liberación. El refugiado separa un poco la cortina y
saluda a sus simpatizantes con un movimiento de mano suave, casi
tímido, y hace con los dedos la V de la victoria. Permanece así unos
momentos y luego vuelve al sofá monumental.
El saludo es parte de su rutina diaria desde el 19 de junio del año
pasado, cuando se introdujo a la representación diplomática
ecuatoriana, solicitó asilo político y dejó a sus perseguidores de
Estados Unidos, Suecia y Gran Bretaña con un palmo de narices. Se
inició, de esta forma, un diferendo diplomático en el que Washington
no reconoce su parte y deja a Londres y Estocolmo el trabajo sucio de
desconocer el derecho de asilo. La semana entrante el impasse cumplirá
un año y el canciller ecuatoriano, Ricardo Patiño, viajará a la
capital británica para tratar de destrabar el conflicto y de obtener
de su contraparte inglesa un salvoconducto que permita al australiano
abandonar el Reino Unido y viajar a Ecuador.
Antes hacían guardias de 24 horas, platica un colaborador de Assange
en relación con los entusiastas que gritan en la calle su solidaridad.
Ahora vienen todos los días.
La plática es interrumpida en otro momento, cuando los colaboradores
de Assange llevan los primeros reportes sobre la filtración que acaba
de hacer el ex empleado de la CIA Edward Snowden acerca de la extensa
e ilegal red de espionaje telefónico y cibernético erigida por el
espionaje militar estadunidense (National Security Agency, NSA).
Y reacciona el entrevistado: “Es muy interesante comparar esta
reciente revelación, de la cual llevábamos años hablando, pero ahora
hay muy sólida evidencia de ella, de esta orden de espionaje a todos
los teléfonos, diario, a dónde habla la gente, a quién le marca, qué
tipo de teléfonos tiene, que todo sea enviado diariamente a la NSA. Es
una violación tan grande que incluye a todos los reporteros, a todas
las dependencias, incluye a todos. Es una gran violación de… ¿cuál
enmienda?, ¿la cuarta? [http://goo.gl/Txhcs] Bueno, es una violación a
las protecciones constitucionales contra los registros ilegales y el
decomiso; una violación tan grande como te puedas imaginar” [Ayer,
Assange expresó su solidaridad con Snowden y le aconsejó que busque
asilo en América Latina: http://goo.gl/tzt7b].
En 2010 Wikileaks hizo tres revelaciones demoledoras de documentos
oficiales estadunidenses, muchos de ellos secretos hasta entonces: los
correspondientes a las guerras de Irak e Irán, y los cables del
Departamento de Estado. Rememora Julian Assange:
“La reacción del Pentágono fue hacerse la víctima, decir que estaba
muy dañado y preocupado. Vimos a Robert Gates [secretario de Defensa
estadunidense entre 2006 y 2011] casi al borde de las lágrimas, y eso
parece haber sido reflejo de lo aterrados que estaban: sus malas
acciones quedarían expuestas. Sabían que teníamos mucho material hasta
entonces inédito, cientos de miles de documentos clasificados; no los
habían leído todos, no sabían qué impacto tendrían, estaban
aterrorizados ante lo desconocido y desarrollaron, dentro de Estados
Unidos, una especie de neomacartismo que terminó por proyectarse al
mundo externo. Fue interesante observarlo.
“Ahora bien: el Pentágono es una organización que se especializa en
verse fuerte y poderosa para que sus amenazas tengan algún sentido.
Básicamente, el Pentágono es un mecanismo de chantaje: amenaza con
dominar físicamente países, o quitarles protección y dejarlos
expuestos a la dominación de un tercero, o bien se involucra en la
venta de armas a países vecinos, y amaga a gobiernos con dejar de
venderles armas. En fin, es un aparato de intimidación, de aplicación
de amenazas para obtener concesiones de muchos países e instituciones,
y por eso debe verse fuerte todo el tiempo. Pero si hubiera por ahí
integrantes de la mafia haciéndose las víctimas, ello significaría que
la operación de la mafia no está funcionando. En suma, estaban
aterrados.
La teoría de la crítica
“Algo más: hay un concepto de la teoría crítica [Critical Security
Studies, CSS, o Estudios Críticos de Seguridad; ver
http://goo.gl/xBrLN y http://goo.gl/63Xo0], no muy conocido, pero muy
útil, llamado segurización [securitization]. Lo describiré en mis
términos: todos estamos motivados por el miedo o el deseo de algo;
esencialmente tenemos miedo o esperanza de ir hacia delante. El querer
más de algo lleva, a causa del miedo, al alejamiento y a la repulsión.
En un extremo, el miedo dominará por completo a la esperanza o el
deseo. Y eso es porque en un extremo, el miedo es a perder la vida o
las vidas de la gente que amas, y si pierdes la vida, todas tus
esperanzas desaparecen. Si nos trasladamos de este nivel sicológico a
una descripción política, una institución tomará una situación y
tratará de extraerle valor al miedo, y a eso se le llama segurización:
transformar una situación en amenaza contra la seguridad y luego
proponer que la institución te puede salvar de la amenaza. Bien. La
segurización es a lo que el Pentágono se dedica todos los días: buscar
cualquier situación en el mundo que pueda segurizarse y decir que la
solución al miedo es la protección con la fuerza de las armas. De modo
similar, la policía intenta hacerlo con todas las circunstancias: la
solución al asesinato, los robos, el espionaje, el fraude y algunas
formas de terrorismo, es una fuerte y agresiva fuerza policial.
“Así que me preguntaba: este ataque sobre Wikileaks, con Hillary
Clinton diciendo que nuestras publicaciones eran un ataque contra
Estados Unidos y contra toda la comunidad internacional; con los
ataques públicos y privados por parte del Pentágono, el Departamento
de Estado y muchas otras organizaciones, ¿estaban simplemente
segurizando la situación? ¿Intentando atraer más recursos, aterrorizar
al establishment para que entregara más dinero? Algo había de eso,
pero además estaban aterrorizados ante el surgimiento de una nueva
percepción pública de su propio poder.”
–Hay una coincidencia interesante: las autoridades de Estados Unidos
se victimizaban e inventaban o exageraban los daños causados por las
revelaciones de Wikileaks; por otro lado, ese mismo año, Fidel Castro,
después de la publicación de los registros de la guerra de Irak, dijo
en dos entrevistas [con la directora de La Jornada, Carmen Lira,
http://goo.gl/Ec2d, y con Telesur, http://goo.gl/dNXd2] que estábamos
ante el arma más poderosa que haya existido, que es la comunicación,
que ante ella las revoluciones armadas ya no son necesarias y que
Wikileaks se merecía un monumento”. ¿Exageraba?
–Un poco. Es bonito escuchar esas palabras, pero… todo comienza con la
verdad y sin ella el próximo paso es imposible. Pero al final todo se
reduce a quién tiene el control de la fuerza coercitiva sobre un
determinado pedazo de tierra en donde vive la gente.
“Tu correo electrónico está almacenado en Google. Tú pensarías que tu
correspondencia con otras personas es un recurso importante para tu
vida. Pero si está almacenado en servidores en California, donde
Google tiene su sede, los tribunales en California, los tribunales
federales, la Agencia Central de Inteligencia de Estados Unidos, ellos
controlan eso. Aún así, la fuerza física coercitiva es importante. Y
quién controla a la policía y los militares. Pero eso lo determinan
las políticas de la información y los flujos económicos. La
información es parte clave para determinar eso. Pero cuando ves estos
reclamos de resistencia pacífica, puede ser que en varias
circunstancias sean la forma más efectiva de controlar la aplicación
de la violencia. Aunque, a fin de cuentas, sea siempre una lucha para
controlar quién tiene la fuerza coercitiva.
“Regresando a Fidel Castro, estamos en una posición en la que, debido
a los avances en la tecnología militar y policial, la diferencia entre
un campesino con su rifle y un policía con sus arreos de kevlar es tan
grande que no es fácil imaginar insurrecciones armadas sin el respaldo
de un Estado. George Orwell escribió en 1945 un artículo, justo
después del bombardeo de Nagasaki, comparando los diferentes tipos de
tecnología militar. Los rifles, todos podían tenerlos; eran una
tecnología militar bastante democrática. Si tienes más gente, tienes
más rifles en acción. Y por tanto el éxito militar se relaciona
bastante bien con cuánta gente tienes. Pero en el otro extremo, sólo
unos cuantos estados son capaces de fabricar armas nucleares porque se
necesita de grandes y muy centralizados procesos industriales, así que
son una forma militar de tecnología en esencia antidemocrática.
–Pero hoy muchos tienen acceso a Internet, así como casi todos tienen
acceso a un rifle.
–A diferencia de los avances en la tecnología militar y policial, que
conforman una fuerza muy antidemocrática, está la transferencia
horizontal de la información: casi cualquier persona que sepa algo lo
puede comunicar, en teoría, a casi todos los demás, aunque las redes
de distribución y la publicidad puedan interferir. Se ha creado el más
importante campo de educación política masiva que jamás haya existido.
El número de personas expuestas, el número de culturas expuestas, el
número de idiomas expuestos, el puente geográfico es más grande que en
ningún otro momento de la historia.
“La transición clave ocurrió como resultado del ataque contra
Wikileaks y sus publicaciones. Si te regresas cuatro años, básicamente
Internet era políticamente apática. Tenías pequeñas redes y algunos
grupos políticos que lo usaban, pero en conjunto Internet era
políticamente apática. Y la gente pudo percibir en tiempo real la
guerra contra Wikileaks. Aunque no estuviera en la línea del frente,
aunque fuera sólo desde los márgenes, el atestiguar los reclamos, los
contrarreclamos, la acción, permitió una comprensión que va más allá
de una lección o una lectura de historia. Nuestra lucha geopolítica,
contra Estados Unidos y sus aliados, educó a una generación entera en
Internet, los despertó a las realidades geopolíticas del mundo, y los
despertó a que el Internet es un espacio político, en contraposición a
que sólo sea un espacio de comunicación, como el sistema telefónico”.
–Un campo de batalla…
–Un campo de batalla, pero no un campo de batalla distante, sino un
teatro de operaciones del que la gente forma parte, que también es
suyo. Si hablamos de contribuciones aisladas, creo que ésta es la más
importante de Wikileaks: transformar Internet de un espacio
políticamente apático a un espacio político y, en el proceso, educar
básicamente a toda una generación. Incluso gente de sesenta y tantos
años me ha dicho: Porque observé lo que ocurrió, hoy veo el mundo de
modo distinto. Pero especialmente las personas de entre 16 y 28 años
sintieron que eran parte de ese drama político que se llevaba a cabo.
Y muchos de ellos eran parte directa, porque distribuían información,
se involucraban en las protestas virtuales. La gente joven estaba
interesada, veía que los medios del régimen decían una cosa acerca de
nosotros, y luego leían lo que nosotros decíamos al respecto, o leían
los cables, o lo que decían sus amigos por correo electrónico, y veían
un punto de vista completamente distinto, y tenían más confianza en
nuestro punto de vista porque estaba basado en documentos de fuentes
primarias que no mienten.
–¿Para qué sirve la verdad, Julian? ¿Para hacer que los sistemas
políticos funcionen mejor o para acabar con ellos?
–¿Quieres una respuesta poética o lo abordamos desde otra perspectiva?
[Ríe] La verdad es lo único que tenemos. No hay esperanza con nada
más. Cada acción, cada decisión, cada pensamiento que tenemos, está
basado en lo que percibimos, pero actúa sobre nuestra realidad
compartida, en el mundo real. Así que si no estamos pensando la
verdad, no pensamos en el mundo en el cual tenemos que actuar. Si no
actuamos con base en la verdad, nuestras posibilidades de incidir en
el mundo real serán azarosas.
¿Y qué hace la verdad? ¿Hace estallar a los sistemas políticos o
permite reformarlos? Puede ocurrir cualquiera de esas cosas,
dependiendo de hasta qué punto estos sistemas están basados en la
verdad, o no. Si están principalmente basados en mentiras, si la
verdad ha fracasado, será un colapso catastrófico (aunque también haya
otros factores), como lo fue en Túnez y Egipto. Me parece que estos
sistemas llegan a estar tan mal que colapsan. Debes ponerlos en una
posición en la cual se expanden tanto que caen al precipicio. En esa
medida, cualquier esfuerzo por una reforma que llegue a tiempo es una
ventaja. Algunos de estos sistemas se pueden poner parches a sí
mismos. Por otro lado, quizá cuando llegues a una posición en la cual
puedas derrotarlos, tal vez ello no suceda, o bien ocurra que se
expandan más, se vuelvan más dañinos, más poderosos y corruptos. Así
que si crees poder conseguir un beneficio para la justicia, intenta
hacerlo hoy mismo, porque no sabes cuándo vas a lograrlo.
–¿Hay en Estados Unidos un colapso de eso que se denomina el Cuarto Poder?
–El crecimiento de los medios alternativos, sobre todo en Internet,
nos ha permitido ver qué tan corruptos son los medios del sistema.
Ahora bien: ¿Puede lograrse con el recurso de Internet que sean más o
menos corruptos? No estoy seguro. Por un lado, cuando se señala la
corrupción, las imprecisiones, las mentiras y la propaganda, se afecta
la reputación de los medios tradicionales, y entonces la información
independiente actúa como un incentivo para que se porten mejor. Por
otro lado, el mercado de la crítica del poder ahora está mejor
atendido por nuevas publicaciones, así que los medios convencionales
se sienten liberados de esa tarea; sienten que otros les han quitado
ese negocio y encuentran innecesario seguir haciéndolo. De todos
modos, recuerda que no lo pueden hacer muy bien: los medios
convencionales siempre han estado en el negocio de una facción del
sistema que critica a otra. Nunca han estado en el negocio de ser
críticos del establishment per se. Siempre han sido muy corruptos.
The New York Times, un caso
“Veamos el caso de The New York Times (NYT): sabemos que en 2003 hubo
una historia similar a la de Watergate, de escuchas ilegales; el NYT
guardó la historia durante 18 meses para que pasara la relección de
Bush. Sólo la publicaron cuando se enteraron de que una publicación
rival estaba a punto de darla a conocer. Una institución como el NYT
es, salvando la calidad de periodistas individuales, un espacio para
que distintas facciones del sistema luchen entre sí en público, o para
que hagan públicas sus posiciones. Por eso le gusta a la gente leerlo,
no porque sea más preciso que otros periódicos. Comete constantes
errores importantes e imprecisiones, y hasta publica historias
fabricadas: dijo, por ejemplo, que había armas de destrucción masiva
relacionadas con Al Qaeda. ¿Y por qué la gente se toma la molestia de
leerlo? Porque lo que dice la gente poderosa es interesante. Si Obama
o el CEO de Bank of America o Schmidt, de Google, dicen que los
marcianos aterrizaron, sin evidencia alguna, es muy interesante porque
representa algo acerca de los propios declarantes, de su posición.
Todo lo que tenga que ver con una organización poderosa es interesante
por definición, porque puede tener un efecto sobre el mundo. Así que
la gente lee el NYT para ver la posición de las diferentes facciones
en el régimen. Ese siempre ha sido el caso.
“Vayamos a 1917, cuando Eugene Debs, un agitador socialista
estadunidense fue acusado, bajo la Ley de Espionaje –la misma que
intentan aplicarme a mí– de hacer un llamado a resistir el el
reclutamiento en la primera Guerra Mundial. Debs sólo decía que el
reclutamiento obligatorio estaba mal y que la gente debería oponerse a
él. Bien, el NYT hizo en su editorial un llamado a que agarraran a
Debs, donde fuera que se encontrara, y que lo acusaran bajo la Ley de
Espionaje, por un discurso. Así que, en este punto, nada ha cambiado.”
(Con la colaboración e información de Tania Molina Ramírez)
Fuente: http://www.jornada.unam.mx/2013/06/12/politica/002n1pol