Ocho variaciones
Ocho variaciones sobre el poema "Bébetela", de Luis Alberto de Cuenca
Primera variación:
DINERO
Dile cosas bonitas a tu padre:
“Eres el mejor padre del mundo
y te quiero un montón.”
Díselo muy bajito con tus labios
pegados a su oreja, sin que nadie
pueda escuchar lo que estás diciendo
(a saber que sus piernas están repletas
de billetes
o que sus consejos son los mejores
y los más fiables, o que su
espalda es como la de un buen hombre
sabio y trabajador). Y cuando se lo crea
y comience a sonreír entre tus brazos,
no dudes ni un momento.
Dile: “Papá, ¿me das dinero?”
Ana Cano (4º de ESO)
Segunda variación:
LÍGATELO
Dile cosas bonitas a tu novio:
“Estás más bueno que un bombón de trufa
y que unos caramelos de limón.
Díselo muy bajito, con tus labios
pegados a su oreja, sin que nadie
pueda escuchar lo que estás diciendo
(a saber, que sus piernas son los bloques
de hielo que se sumergen en el agua
o que su pectoral es como el hierro
que forja un forjador, o que su espalda
es oro blanco). Y cuando se lo crea
y comience a posarse entre tus brazos,
no dudes ni un segundo:
Lígatelo.
Susana Gil López (4º de ESO)
Tercera variación:
BÉBETELO
Dile cosas bonitas a tu novio:
“Tienes un cuerpo fuerte como
un roble al nacer.”
Díselo muy bajito, con tus labios
pegados a su oreja, sin que nadie
pueda escuchar lo que estás diciendo
(a saber, que sus piernas son flechas
lanzadas al corazón, o que sus ojos son la luz
de un foco, o que su nariz es como la de Pinocho).
Y cuando se lo crea y comience a gotear
entre tus brazos,
no dudes ni un segundo:
Bébetelo.
Marisol Carbajo Gervás (2º de ESO)
Cuarta variación:
CÓMETELA
Dile cosas bonitas a tu novia:
“Tienes el cuerpo como las dunas del desierto,
y un alma que enseguida sube al cielo.”
Díselo muy bajito, con tus labios
pegados a su oreja, sin que nadie
pueda escuchar lo que estás diciendo
(a saber, que sus piernas son como
largas cañas de azúcar muy dulces
o que sus senos son como dos grandes
olas del mar o que su espalda
es un largo camino que te lleva
a ella). Y cuando se lo crea
y comience a deshacerse entre tus brazos:
Cómetela.
Natalia Ginés Díaz (3º de ESO)
Quinta variación:
CÓMETELO
Dile cosas bonitas a tu novio:
“Tienes un culo como un pandero
y un corazón que vale millones.”
Díselo muy bajito, con tu nariz
rozando su cara, mientras
te estás derritiendo
(a saber, que sus piernas son
como dos árboles creciendo
o que su pelo es tan negro
como el carbón, y que su espalda
es un armario descubierto.)
Y cuando se lo crea
y comience a desmayarse entre tus brazos,
no dudes ni un segundo:
Cómetelo.
Yolanda Bella (3º de ESO)
Sexta variación:
DILE: “TE QUIERO”
Dile cosas bonitas a tu novio:
“Tienes un corazón de oro
y un cariño impresionante”.
Díselo muy bajito, con tus labios
pegados a su oreja, sin que nadie
pueda escucharte lo que estás diciendo
(a saber, que sus labios son
un recuerdo muy dulce,
o que sus besos son lo
que más te seduce, o que su espalda
es como un sueño). Y cuando se lo crea
y comience a derretirse entre tus brazos,
no dudes ni un segundo.
Dile: “Te quiero”.
Lorena Medrán (2º de ESO)
Séptima variación:
QUIÉRELE
Dile cosas bonitas a tu abuelo
para que sienta que el tiempo sólo pasa en lo bueno,
y que no es cierto que el ser anciano le hace perder el cariño.
Díselo en el silencio, regálale el calor de una chimenea
en una noche de invierno, regálale tu cariño y tu tiempo.
Regálale una conversación
escuchando historias de sus mejores momentos.
Que te cuente que sus piernas
eran fuertes y rápidas, que su cabeza, la más astuta,
y que su espalda soportaba todos los problemas.
Y cuando se entristezca añorando épocas pasadas,
alegre al saber que le escuchas,
no dudes ni un segundo:
Quiérele.
Sara Albarrilla Alonso (3º de ESO)
Octava variación:
MÍMALA
Dile cosas bonitas a tu rana:
“Tienes un croar que resuena
y un alma de elefante”.
Díselo muy bajito, con tus manos
en su barbilla, sin que nadie pueda verlo
(a saber, que sus piernas son largos amortiguadores
dirigidos al río Besós, o que sus huevos, como perlas
bailando en su barriga, o que su espalda es verde gelatina).
Y cuando se lo crea y comience a refregarse entre tus brazos,
no dudes ni un segundo:
Mímala.
Montse Lancharro López (3º de ESO)
Este es el poema de Luis Alberto de Cuenca:
Dile cosas bonitas a tu novia: /”Tienes un cuerpo de reloj de arena/ y un alma de película de Hawks”./ Díselo muy bajito, con tus labios/ pegados a su oreja, sin que nadie/ pueda escuchar lo que estás diciendo/ (a saber, que sus piernas son cohetes/ dirigidos al centro de la tierra/ o que sus senos son la madriguera/ de un cangrejo de mar, o que su espalda/ es plata viva). Y cuando se lo crea/ y comience a licuarse entre tus brazos,/ no dudes un segundo:/ Bébetela.
[Aquestes variacions van estar publicades a la revista Sota el cel del Puig, núm. 2, febrer de 2001.]