Ocho variaciones

per elpuig — darrera modificació 2020-04-24T20:22:45+02:00
Vuit variacions sobre un poema de Luis Alberto de Cuenca

Ocho variaciones sobre el poema "Bébetela", de Luis Alberto de Cuenca

 

Primera variación:

 

DINERO

Dile cosas bonitas a tu padre:

“Eres el mejor padre del mundo

y te quiero un montón.”

Díselo muy bajito con tus labios

pegados a su oreja, sin que nadie

pueda escuchar lo que estás diciendo

(a saber que sus piernas están repletas

de billetes

o que sus consejos son los mejores

y los más fiables, o que su

espalda es como la de un buen hombre

sabio y trabajador). Y cuando se lo crea

y comience a sonreír entre tus brazos,

no dudes ni un momento.

Dile: “Papá, ¿me das dinero?”

Ana Cano (4º de ESO)

 

 

Segunda variación:

 

LÍGATELO

Dile cosas bonitas a tu novio:

“Estás más bueno que un bombón de trufa

y que unos caramelos de limón.

Díselo muy bajito, con tus labios

pegados a su oreja, sin que nadie

pueda escuchar lo que estás diciendo

(a saber, que sus piernas son los bloques

de hielo que se sumergen en el agua

o que su pectoral es como el hierro

que forja un forjador, o que su espalda

es oro blanco). Y cuando se lo crea

y comience a posarse entre tus brazos,

no dudes ni un segundo:

Lígatelo.

Susana Gil López (4º de ESO)

 

 

Tercera variación:

 

BÉBETELO

Dile cosas bonitas a tu novio:

“Tienes un cuerpo fuerte como

un roble al nacer.”

Díselo muy bajito, con tus labios

pegados a su oreja, sin que nadie

pueda escuchar lo que estás diciendo

(a saber, que sus piernas son flechas

lanzadas al corazón, o que sus ojos son la luz

de un foco, o que su nariz es como la de Pinocho).

Y cuando se lo crea y comience a gotear

entre tus brazos,

no dudes ni un segundo:

Bébetelo.

Marisol Carbajo Gervás (2º de ESO)

 

Cuarta variación:

 

CÓMETELA

Dile cosas bonitas a tu novia:

“Tienes el cuerpo como las dunas del desierto,

y un alma que enseguida sube al cielo.”

Díselo muy bajito, con tus labios

pegados a su oreja, sin que nadie

pueda escuchar lo que estás diciendo

(a saber, que sus piernas son como

largas cañas de azúcar muy dulces

o que sus senos son como dos grandes

olas del mar o que su espalda

es un largo camino que te lleva

a ella). Y cuando se lo crea

y comience a deshacerse entre tus brazos:

Cómetela.

Natalia Ginés Díaz (3º de ESO)

 

Quinta variación:

 

CÓMETELO

Dile cosas bonitas a tu novio:

“Tienes un culo como un pandero

y un corazón que vale millones.”

Díselo muy bajito, con tu nariz

rozando su cara, mientras

te estás derritiendo

(a saber, que sus piernas son

como dos árboles creciendo

o que su pelo es tan negro

como el carbón, y que su espalda

es un armario descubierto.)

Y cuando se lo crea

y comience a desmayarse entre tus brazos,

no dudes ni un segundo:

Cómetelo.

Yolanda Bella (3º de ESO)

 

Sexta variación:

 

DILE: “TE QUIERO”

Dile cosas bonitas a tu novio:

“Tienes un corazón de oro

y un cariño impresionante”.

Díselo muy bajito, con tus labios

pegados a su oreja, sin que nadie

pueda escucharte lo que estás diciendo

(a saber, que sus labios son

un recuerdo muy dulce,

o que sus besos son lo

que más te seduce, o que su espalda

es como un sueño). Y cuando se lo crea

y comience a derretirse entre tus brazos,

no dudes ni un segundo.

Dile: “Te quiero”.

Lorena Medrán (2º de ESO)

 

Séptima variación:

QUIÉRELE

Dile cosas bonitas a tu abuelo

para que sienta que el tiempo sólo pasa en lo bueno,

y que no es cierto que el ser anciano le hace perder el cariño.

Díselo en el silencio, regálale el calor de una chimenea

en una noche de invierno, regálale tu cariño y tu tiempo.

Regálale una conversación

escuchando historias de sus mejores momentos.

Que te cuente que sus piernas

eran fuertes y rápidas, que su cabeza, la más astuta,

y que su espalda soportaba todos los problemas.

Y cuando se entristezca añorando épocas pasadas,

alegre al saber que le escuchas,

no dudes ni un segundo:

Quiérele.

Sara Albarrilla Alonso (3º de ESO)

 

 

Octava variación:

MÍMALA

Dile cosas bonitas a tu rana:

“Tienes un croar que resuena

y un alma de elefante”.

Díselo muy bajito, con tus manos

en su barbilla, sin que nadie pueda verlo

(a saber, que sus piernas son largos amortiguadores

dirigidos al río Besós, o que sus huevos, como perlas

bailando en su barriga, o que su espalda es verde gelatina).

Y cuando se lo crea y comience a refregarse entre tus brazos,

no dudes ni un segundo:

Mímala.

Montse Lancharro López (3º de ESO)

 


Este es el poema de Luis Alberto de Cuenca:

Dile cosas bonitas a tu novia: /”Tienes un cuerpo de reloj de arena/ y un alma de película de Hawks”./ Díselo muy bajito, con tus labios/ pegados a su oreja, sin que nadie/ pueda escuchar lo que estás diciendo/ (a saber, que sus piernas son cohetes/ dirigidos al centro de la tierra/ o que sus senos son la madriguera/ de un cangrejo de mar, o que su espalda/ es plata viva). Y cuando se lo crea/ y comience a licuarse entre tus brazos,/ no dudes un segundo:/ Bébetela.


[Aquestes variacions van estar publicades a la revista Sota el cel del Puig, núm. 2, febrer de 2001.]